El PP logra la alcaldía de Sada con el apoyo de un tránsfuga socialista

Ramón Rodríguez Ares, senador del PP, retomó ayer la alcaldía de la localidad de Sada (A Coruña) que ocupó durante 24 años y que había perdido en las elecciones de mayo de 2003. Vuelve a su despacho gracias a los votos de los ocho concejales populares (que desoyeron las amenazas de expulsión de la dirección del PP) y al de José Luis Santamaría, que encabezó la lista del PSdG-PSOE y que ha sido fulminantemente expulsado de este partido.

Votaron como pudieron, utilizando las cartulinas que los identificaban, ante el clamor de cientos de vecinos que asistían a la sesión. Tanto que el alcalde censurado, Abel López Soto (BNG), afirmó que impugnará la validez de la sesión. "De todas formas, facilitaremos el traspaso de poderes, no como pasó en mayo", añadió. López Soto había tenido que recoger el bastón de regidor en el suelo en donde lo había depositado Ares.

El auditorio de la Casa de la Cultura se llenó 90 minutos antes de la sesión. Los promotores de la moción llegaron en un microbús cuando el recinto estaba cerrado y aguardaron en los camerinos. El pleno comenzó puntual, pero ahí se acabó el parecido con una sesión institucional.

El presidente de la mesa de edad, el tránsfuga Santamaría, tuvo que servirse casi de la mímica para dirigir la sesión y tomar juramento a Rodríguez Ares. Los ocho miembros del equipo de gobierno censurado (cinco del BNG, un socialista y dos independientes) ni siquiera votaron y se limitaron a exhibir unos carteles con la inscripción "No a la corrupción. No al transfuguismo".

La dirección del PP gallego acordó después iniciar el expediente de expulsión de sus ediles en Sada y anunció la inmediata creación de una gestora que dirija el partido en la localidad. El presidente de la Xunta, Manuel Fraga, atribuyó la actitud de sus concejales a "razones personales, alguna hasta puede que de legítimo orgullo". Ayer tomó cuerpo lo que fue un rumor desde mayo, cuando el PP obtuvo 3.085 votos (8 concejales) y el resto 4.350. Los nueve concejales de la oposición tardaron menos de 24 horas en llegar a un acuerdo de gobierno, y Rodríguez Ares no se recató en afirmar que desde ese momento empezó a trabajar para recuperar la alcaldía.

Sada es un municipio turístico de 12.000 habitantes, conocido por su anárquico desarrollo urbanístico y que tiene pendiente de aprobación el Plan General de Ordenación. Los tribunales paralizaron algunos proyectos del gobierno de Ares.

Los trabajos del efímero ex alcalde dieron su fruto. Santamaría, militante del PSOE desde 1979, ex alto cargo en Extremadura, firmó en una notaría el 27 de noviembre el reconocimiento de firma para la moción. Después se fue de vacaciones a Argentina, y desmintió a sus compañeros de partido que hubiese adoptado ningún acuerdo a favor de una moción. En sus dos únicas declaraciones, ha atribuido su actitud a los desacuerdos en el equipo gobernante y a que había sido destituido de su área de gobierno el pasado día "6 de enero", víspera de la presentación de la moción, aunque en realidad fue destituido el día 9.

Los vecinos parecen tener claras las razones. Al menos los 4.000 que se han manifestado ya tres domingos. Anteayer portaron ladrillos en alusión a lo que consideran la causa primera de esta moción.