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Una explosión destruye el coche del nuevo prefecto francés musulmán

Una explosión destruyó ayer de madrugada el vehículo del único prefecto (delegado del Gobierno) de origen magrebí en Francia. Aissa Dermouche acababa de ser nombrado el miércoles, en un significativo paso de las autoridades francesas para integrar a la numerosa comunidad magrebí que habita en el país vecino.

El presidente, Jacques Chirac, tras expresar su indignación, exigió que "los autores de este acto muy grave sean perseguidos y castigados con la mayor firmeza".

Fuentes policiales indicaron que el atentado parece preparado, ya que el coche no había sido aparcado en la calle donde vive Dermouche, sino en otra aledaña, tras regresar anoche a su casa después de asistir a un partido de fútbol. Dermouche, que reside en Nantes desde 1976, debe incorporarse a su nuevo puesto a principios de febrero próximo.

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El primer ministro francés, Jean-Pierre Raffarin, telefoneó a Dermouche para expresarle su "simpatía y amistad". También el ministro de Interior, Nicolas Sarkozy, telefoneó al nuevo prefecto para mostrarle su "apoyo" y su "más profunda indignación" por los hechos, al tiempo que se comprometía a poner todos los medios a su alcance para identificar a los culpables.

Sin amenazas

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Al frente de la investigación judicial, el fiscal de Nantes (noroeste), Jean-Marie Huet, dijo que el atentado no ha sido reivindicado y que se ignora todo sobre la identidad y la motivación de sus autores. Dermouche no había recibido amenazas. Los investigadores deben determinar si la carga explosiva estaba en el habitáculo del vehículo o depositada junto al motor del coche, que explosionó y luego se incendió. Ayer tampoco se sabía si el artefacto explotó inmediatamente o si fue accionado por un detonador.

El ministro de Justicia, Dominique Perven, anunció, por su parte, que "va a ser reforzada" la protección del nuevo prefecto de la región de Jura (este del país) y de su familia. Perven se declaró "escandalizado" por el atentado y mostró su esperanza en que la justicia aclare rápidamente el asunto.

A finales de noviembre, Sarkozy anunció por televisión el nombramiento de un prefecto "musulmán", a tono con la "discriminación positiva" que preconiza en aras de la integración.

El jefe del grupo socialista en la Asamblea Nacional, sin embargo, pidió "prudencia en el análisis" de la agresión y que se eviten "las especulaciones".

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