La Unesco abre un foro en París a favor del diálogo entre las culturas
La Unesco abrió ayer en París un foro de diálogo entre culturas, en en el que se discute básicamente sobre el modo de evitar que se cumpla la teoría del "choque de civilizaciones", expuesta en 1993 por el estadounidense Samuel Huntington, autor de un famoso artículo y más tarde de un libro en el que explicaba que se había terminado la era de los conflictos ideológicos y políticos, y que en el futuro los enfrentamientos se producirían entre culturas que representan valores y morales incompatibles.
Contra esta teoría se alzaron ayer varios de los participantes en el Foro de París. En particular, el filósofo Bernard Henri-Lévy enumeró las guerras que se han producido en los últimos años y genocidios como el de Ruanda, para demostrar la falacia de una teoría que pretende explicar los conflictos del mundo sólo como un choque entre Occidente y el islam. Tal idea es "eminentemente detestable, incluso criminal", a juicio del filósofo francés. Ninguna persona próxima al actual presidente norteamericano, George Bush, ha aceptado participar en este foro de la Unesco.
El presidente francés, Jacques Chirac, en un mensaje grabado a los intelectuales, políticos y científicos que participan en el foro, afirmó que la Unión Europea está preparada para "aportar toda su contribución" a la estabilización de "un Irak soberano" y a un arreglo negociado del conflicto israelo-palestino, en contacto con sus aliados.
Diálogo euro-mediterráneo
Chirac también expresó su apoyo a los protagonistas de la Iniciativa de Ginebra, el plan de paz promovido por personalidades israelíes y palestinas, que han sido invitadas a la clausura de este foro. Animó igualmente a la sociedad civil a comprometerse en el diálogo euro-mediterráneo, en la perspectiva de avanzar hacia la paz y la cooperación en el Mediterráneo.
Tras este mensaje de Chirac, su ministro de Exteriores, Dominique de Villepin, pronunció un discurso basado en la necesaria unión de la comunidad internacional frente a las tentaciones de un solo Estado de pretender resolverlo todo por si solo. Su análisis partió de la acción emprendida por Francia, Alemania y Reino Unido para atajar la proliferación de armas de destrucción masiva en Irán, mientras Estados Unidos se ocupa de la misma crisis en relación con Corea del Norte. El mismo tipo de estrategia global debería aplicarse a Oriente Próximo, según De Villepin insistió en que una solución basada en la fuerza sólo puede conducir a más violencia.
"El terrorismo busca precisamente federar todos los resentimientos para constituir un bloque de excluidos de la modernidad" y "arrastrarnos a una lógica de confrontación, sabiendo que una guerra de identidades tiene todas las oportunidades para desestabilizar al mundo. El choque de civilizaciones es la trampa a la que quieren llevarnos", martilleó el jefe de la diplomacia francesa.
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