Borsig confía en cerrar en breve la venta de Babcock al nuevo aspirante
Enviroarc asume el mismo plan industrial de su rival austriaca
La empresa alemana Babcock Borsig asegura que la oferta que ha presentado la firma noruega Enviroarc Aker por Babcock Borsig España (BBE) mejora la de la austriaca ATB. Thomas Schulz, portavoz de la firma alemana, aseguró ayer a este diario que la oferta noruega asume íntegramente el plan industrial de ATB, pero con menor pérdida de empleo. Los austriacos prevén reducir la plantilla en 250 personas frente a los 80 de los noruegos. Según Schulz, el grupo noruego tiene una alta cartera de pedidos que quiere trasladar a los talleres de Sestao. Agrega que la empresa noruega "necesita el elevado conocimiento tecnológico" de la planta vizcaína.
Schulz indicó, en nombre de Helmut Schmitz, uno de los interventores judiciales que administra la suspensión de pagos de la matriz alemana, que la ley concursal de su país les obliga a estudiar toda propuesta de compra que mejore las existentes. Señaló que esta premisa se basa en garantizar al máximo los derechos de los acreedores. Así, indicó Schulz que frente al precio de un euro pactado con ATB, Enviroarc está dispuesta a pagar un cifra de hasta seis dígitos, que no quiso concretar.
El portavoz de Babcock Borsig asegura que la carta de intenciones firmada con la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) no es vinculante. Precisa además que la relación con ATB no está rota y que puede llegar a ser la definitiva. En todo caso, si se cierra el acuerdo con Enviroarc se hará en unas pocas semanas.
En Borsig conocen los problemas financieros de su filial española y consideran que el acuerdo con uno o con otro aspirante será rápido y no afectará a los salarios de los trabajadores. La SEPI alertó anteayer del riesgo de entrar en suspensión de pagos que puede acarrear abrir de nuevo el proceso de venta.
La sociedad pública, que privatizó la empresa vizcaína de bienes de equipo en 1999, y que ha tutelado toda la nueva negociación de venta hasta salir elegida ATB, cree también que la Comisión Europea ha autorizado solamente la venta de la española a los postores austriacos. Además, no está dispuesta a solicitar a Bruselas permiso para un nuevo comprador porque ello no resultaría "serio". Así, asegura que no puede liberar los 104 millones de euros que la Comisión le ha permitido entregar a Babcock Borsig España si se cierra su venta a ATB. Este dinero estaba pactado en la privatización.
Schulz, sin embargo, considera que Bruselas ha dado permiso a una compraventa y a un plan industrial y esas condiciones no cambiarían en el caso de una venta a Enviroarc. Este punto es completamente desmentido por fuentes de la SEPI, que aseguran que supone desconocer mucho el funcionamiento de la Unión Europea si alguien cree que los permisos se conceden al portador y no nominativos.
Schulz aseguró también que han invitado a responsables de la SEPI para que acudan a Alemania para conocer de primera mano la nueva propuesta, pero que aún no han recibido respuesta. La SEPI, según un portavoz, ha recibido la misiva y ha mantenido contacto permanente con los responsables de Borsig.
Los alemanes aseguran también que la SEPI ahorraría dinero en virtud la menor pérdida de empleo. Sin embargo, obvian en este planteamiento que el dinero que puede aportar la SEPI es siempre el mismo, los 104 millones, cantidad destinada a prejubilaciones (independientemente del número) y al plan industrial.
