Cohechos rentables
El presidente del Cabildo Insular de Lanzarote, Dimas Martín, del Partido Independiente de Lanzarote, ha ingresado en prisión condenado por cohecho. Siendo edil del Ayuntamiento de Arrecife sobornó a un concejal del PSOE para obtener su voto con motivo de una moción de censura. El precio del soborno, es decir del cohecho, fue concederle al concejal socialista un sobresueldo. Denunciado el hecho, la justicia ha condenado al presidente del Cabildo a tres años de cárcel. Esto de ganarse el voto de los tránsfugas en ayuntamientos o parlamentos autonómicos no es nuevo. Aquí, entre nosotros, tenemos un caso similar. Un concejal del PP, en el ayuntamiento de un conocido pueblo de La Marina, compró la voluntad de una concejal socialista para poder acceder a la alcaldía. El precio de este cohecho fue nombrar a la concejal responsable del área de Cultura y situar a su marido en un puesto de responsabilidad en el sector de servicios públicos. El espabilado político del PP consiguió la alcaldía e inició una brillante carrera política. De la alcaldía pasó a presidir la Comunidad y hoy lo tenemos de flamante ministro de Trabajo, haciéndose su propaganda personal, con dinero de los contribuyentes, con anuncios de lo bueno que es su ministerio y lo bien que trata a los jubilados. Hay que ver lo feliz que se nos muestra esa familia que vemos en la televisión, por los aumentos de pensión que va a recibir el abuelo gracias a este generoso ministro. Vivimos en un país donde toda paradoja tiene cabida. Por el mismo delito, un político puede acabar entre rejas mientras a otros puede servirle de trampolín para iniciar una fulgurante carrera. ¡Son cosas que pasan! Escribo esta crónica momentos antes de que en el Congreso de los Diputados se solicite por la oposición la comparecencia del ministro de Trabajo para que "informe respecto del coste, contenidos y razones de la campaña publicitaria realizada por su departamento dirigida a los pensionistas". Apuesto doble contra sencillo a que la Diputación Permanente rechaza esa comparecencia con los votos del PP.
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