Toda la clase política despide a Joan Reventós

El funeral por el histórico dirigente socialista Joan Reventós, que falleció anteayer a los 76 años de edad, reunió en la mañana de ayer en Barcelona a toda la clase política catalana y a destacadas personalidades de la cultura y del mundo asociativo, en un acto al que asistieron más de un millar de personas, que desbordaron la capilla del tanatorio barcelonés de Les Corts. El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, y todos los consejeros de su Gobierno estuvieron presentes en el funeral laico, que también contó con la presencia de los ministros Federico Trillo y Julia García-Valdecasas, del ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol, y del actual presidente del Parlament, Ernest Benach, además de familiares y amigos de Reventós.

Joan Reventós, que falleció ayer tras sufrir una grave enfermedad durante casi tres años que le mantuvo apartado de la política activa, fue presidente del Parlament entre los años 1995 y 1999 y, a lo largo de su larga trayectoria política, destacó como luchador antifranquista y fue uno de los fundadores del Partit dels Socialistes, al conseguir unificar a las familias socialistas en una sola formación.

En el funeral por su memoria tomaron la palabra Pasqual Maragall, el ex secretario general del PSC Raimon Obiols, el historiador y monje de Montserrat Hilari Raguer y el hijo menor del fallecido, Joan Reventós i Rovira.

Pasqual Maragall destacó: "Cataluña quiere ser como Reventós la quería, no sólo un sujeto fuerte, sino también un país entendido y respetado, que irá imponiendo su verdad, cordial o ásperamente, razonablemente en todo caso". Maragall elogió la labor de su "amigo y compañero" Reventós, quien en su opinión poseía una "inteligencia de largo recorrido" y tenía la "gran pasión" de "tender puentes" de diálogo.

A juicio del ex primer secretario del PSC Raimon Obiols, Reventós tuvo "una larga trayectoria de combate por los trabajadores, por el socialismo, las libertades de Cataluña y la democracia", y cuando era joven hizo una doble apuesta a favor de la izquierda y la lucha contra la dictadura y también por "los de abajo, los más débiles". Obiols señaló asimismo: "Si consideramos que la victoria política no es el ascenso personal y la conquista del poder, sino el éxito en los objetivos colectivos, la trayectoria de Joan Reventós ha sido no la de un perdedor, sino la de un gran ganador". En su opinión, Joan Reventós desempeñó un destacado papel en el restablecimiento de la Generalitat y el retorno del presidente en el exilio, Josep Tarradellas, un episodio, recalcó que "sin duda fue el más luminoso de todos los claroscuros de la transición democrática". "Soñó con un Gobierno de izquierdas en Cataluña y un presidente socialista y ha tenido la oportunidad de ver ambas cosas en las últimas semanas de su vida", agregó Obiols.

En este funeral laico no faltó la afectuosa nota religiosa de la mano de un historiador amigo: el monje de Montserrat Hilari Raguer, con quien Reventós compartió los años jóvenes de oposición al franquismo. "Joan decía que era agnóstico, pero me parece que tenía más fe que yo; no querría barrer para casa y convertirlo en un beato, que no lo era", agregó Raguer. "Dice san Juan que Dios es amor, y en un himno que cantamos el Jueves Santo repetimos que donde hay caridad y amor allí esta Dios. Si eso es verdad, y lo es, Joan estaba lleno de Dios", concluyó.