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El ministro del Interior rechaza que sus agentes se integren en la Bescam

Alfredo Prada, consejero de Justicia, tacha la decisión socialista de "irresponsable"

Las Brigadas de Seguridad Ciudadana (Bescam) -ideadas por la presidenta regional, Esperanza Aguirre, para reducir la delincuencia en la Comunidad- han sufrido sus primeras deserciones. El ministro del Interior, Ángel Acebes, rechazó ayer que los policías nacionales y guardias civiles vayan a integrarse en ellas -Aguirre había previsto el ingreso de 3.000-, mientras que Rafael Simancas, secretario general del PSOE madrileño, avanzó ayer que ningún municipio gobernado por los socialistas albergará sus comisarías, porque el proyecto es un "engendro".

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El proyecto de las Bescam, en principio, incluía la creación de 25 bases (comisarías) en los pueblos de más de 25.000 habitantes. Cada base estaría integrada por policías nacionales, guardias civiles y policías municipales: 3.000 agentes de las Fuerzas de Seguridad del Estado y 2.500 de los ayuntamientos. Pero Ángel Acebes descafeinó ayer la idea de Aguirre. No dijo exactamente que se oponía, sino que policía y Guardia Civil están bien como están y que el asunto ni siquiera se había tratado durante la reunión que mantuvo con la cúpula policial.

"Nuestra misión es garantizar la seguridad a través de la policía y la Guardia Civil", empezó Acebes, "que está legalmente encomendada a ellos y así va a seguir en el futuro". Sólo se mostró dispuesto a recabar la colaboración de las policías locales en tareas de seguridad ciudadana, a través de los acuerdos que ya se han firmado en el marco de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP). Y para no dejar más dudas, espetó: "La seguridad está en buenas manos, en manos del Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil".

Así, con prudencia, el ministro dejaba tambaleando el proyecto estrella de Esperanza Aguirre. Altos cargos de Interior precisaron que no hay ninguna intención de integrar a policías nacionales en la Bescam bajo mando de los concejales de Seguridad y que lo único que podía pretenderse es dar dinero a los ayuntamientos para potenciar sus cuerpos policiales con más agentes y medios.

Críticas al nombre

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Estas fuentes incluso criticaron el nombre de la nueva unidad, al haber sembrado la duda de que podría tratarse del germen de una futura policía autonómica, siguiendo los pasos que ya emprendió con sus agentes municipales el Gobierno de Canarias.

Ayer, la presidenta del Gobierno regional, Esperanza Aguirre, firmó con el alcalde de Móstoles, Esteban Parro (PP), el acuerdo por el que la Bescam entra en vigor, a partir del 1 de marzo, en el municipio sureño. El consejero de Justicia, Alfredo Prada, confirmó que los polícías de la Bescam cobrarán lo mismo que los agentes locales de Móstoles. "No queremos una policía local de primera y una de segunda", aseguró.

Por su parte, Rafael Simancas explicó ayer a este diario que los alcaldes socialistas se reunieron el lunes y mostraron su "preocupación por el incremento de la criminalidad". "Se necesita una respuesta seria y un plan integral para acabar con la inseguridad, no parches como la Bescam y otros inventos anteriores del PP como el Plan Focus o el Policía 2000", dijo.

Simancas, sumamente crítico con las brigadas de seguridad, anunció que, tal y como está redactado el proyecto, "los municipios gobernados por el PSOE rechazarán este engendro". Simancas cree que Esperanza Aguirre "quiere derivar las responsabilidades del fracaso del PP en política de seguridad a los ayuntamientos, sin tener en cuenta que las policías locales no tienen competencia en persecución de las bandas internacionales o crimen organizado". El PSOE, según Simancas, propondrá en el Parlamento regional un plan alternativo de seguridad ciudadana: un plan integral para acabar con la inseguridad, que incluye políticas preventivas y de persecución del crimen".

El portavoz del grupo socialista pide que se firmen convenios entre la Comunidad, los ayuntamientos y la Delegación del Gobierno, que permiten dotar suficientemente en agentes y medios a la Policía Nacional y a la Guardia Civil". "Otra cosa", señaló Simancas, "es una futura reforma del marco legal para dotar de más competencias a las policías municipales. Lo que no hay que hacer es firmar convenios con un plazo determinado para poner en marcha un engendro como la Bescam".

Cuando faltan tres días para que se celebre la Cumbre de Seguridad, el consejero de Justicia, Alfredo Prada, tildó ayer la decisión socialista de excluirse de las Bescam de "irresponsable". "No entiendo que se opongan a un proyecto que importa tanto a los ciudadanos", señaló Prada. El consejero pidió a Simancas que rectifique sus críticas al proyecto y "no marque las directrices" a los alcaldes socialistas para que no participen en el proyecto.

El Grupo Parlamentario de IU cree que Aguirre, "ha pecado de improvisación y está actuando con un grado de urgencia injustificada" a la hora de poner en marcha la Bescam.

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