Aznar inicia su largo adiós a Estados Unidos con una cena con Bush

José María Aznar llegó anoche a Washington con el objetivo fundamental de cenar -mañana- con el presidente de Estados Unidos, George Bush. Desde La Moncloa, la cena ha sido presentada como la despedida oficial del presidente del Gobierno de su principal aliado y valedor en la escena internacional. La visita, la quinta de Aznar a Estados Unidos en 12 meses, coincidirá durante dos días con un viaje de los Reyes a Chile y la Antártida.

Al margen de la cuestión de la despedida de Bush, las motivaciones de la visita a Washington del presidente del Gobierno son tan difusas que la Oficina del Portavoz ha preferido suspender la reunión con la prensa sobre contenidos y objetivos, habitual antes de los viajes oficiales.

Aun admitiendo que se trate de la despedida oficial de Bush, la estancia de Aznar en Washington no será su adiós definitivo a la capital estadounidense. Tiene previsto regresar el próximo 4 de febrero para pronunciar un discurso ante el Congreso. Esta circunstancia puede precipitar, además, la concesión de la medalla de oro de la Cámara y dar pie a un nuevo viaje en marzo para recibir la distinción. De confirmarse este último desplazamiento, Aznar triplicaría en el último trimestre de mandato el récord del año pasado, cuando viajó a EE UU cada tres meses como promedio.

La visita que inició anoche es, en cualquier caso, la de un político en retirada y muy centrado en su futuro personal, tras renunciar a las mieles de la madurez en lo que ha sido hasta hoy su principal empleo. La crisis de Irak y la situación en América Latina serán, una vez más, los temas principales de la entrevista de 45 minutos que Aznar y Bush tienen prevista antes de la cena. Ninguna de ambas cuestiones llega a la mesa en las condiciones deseables para quien cree culminar una carrera.

En Irak, pese al éxito indudable de la detención de Sadam Husein, quedan ya pocas dudas de que Bush y sus aliados tergiversaron la supuesta amenaza iraquí y sus inexistentes armas de destrucción masiva, a fin de justificar una intervención -cuya salida sigue siendo muy incierta- rechazada por la gran mayoría de la opinión internacional. Bush y Aznar, que se considera políticamente inmune a estas polémicas, reafirmarán su compromiso con la lucha antiterrorista y el argumento, escasamente compartido fuera de su círculo, de que en Irak se libra la principal batalla contra esa plaga del siglo XXI.

En América Latina, las tensiones cada vez más explícitas entre Brasil y Argentina, por un lado, y Washington, por otro, extensibles en mucha menor medida a México, plantean una papeleta incómoda a Aznar. Si camina en estas querellas junto a Bush, que estará recién regresado de la Cumbre de las Américas en Monterrey (México), situará a España en una posición de enfrentamiento que hasta ahora se había tratado de evitar por todos los medios a fin de proteger las inversiones españolas en la zona. España es el segundo inversor, tras Estados Unidos, en América Latina La situación pone a prueba la capacidad moderadora de Aznar. Además de su alianza con Bush, ha cerrado otra con el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva de signo opuesto a la que une a éste con el presidente argentino, Néstor Kirchner.

Ofertas de trabajo

El futuro personal de Aznar le interesa sobre todo a él, pero ha sido también objeto de comentarios y preguntas en sus últimas giras. Él mismo, que ha dicho que tiene varias ofertas de trabajo -como conferencias ya apalabradas en Oxford y otras universidades británicas-, expresó públicamente en noviembre, durante su último viaje a Santiago de Chile, su disposición a seguir asistiendo a encuentros empresariales internacionales. "Si me invitan", dijo.

La amistad de Bush incluye un potencial de oportunidades de empleo para un hombre al que los rumores sitúan, después de marzo, en Miami, al amparo de una fundación, o en Londres, al servicio de alguna empresa. Eso sí, siempre en zona anglófona para remediar la falta de conocimiento del inglés que lastra las posibilidades de Aznar de intentar una carrera internacional.