IU y el secretario general de CC OO censuran la propuesta

El secretario general de Comisiones Obreras, José María Fidalgo,rechazó ayer, aunque con escasa contundencia, la propuesta fiscal que han presentado los socialistas este fin de semana. "No es la que hubiéramos hecho nosotros", reconoció Fidalgo, quien sin embargo no quiso entrar en el fondo de la propuesta escudándose en que hoy se reunirá con José Luis Rodríguez Zapatero, líder del PSOE, y tratará de recabar más concreciones y explicaciones.

Fidalgo esquivó la crítica directa, que dejó para Gaspar Llamazares, coordinador general de Izquierda Unida, con quien se acababa de reunir para analizar los resultados de la reciente asamblea de la federación de izquierdas. Pero ante la bajada del 35% al 30% del impuesto de sociedades que propone el PSOE, Fidalgo recordó que "las empresas han tenido ya muchísimos beneficios fiscales" en los últimos años.

Fidalgo recordó también que las sucesivas reformas del IRPF que ha hecho el PP "ya han aplanado bastante la curva de la progresividad" de este impuesto, dando a entender que bajar más el tipo máximo, como propone el programa electoral socialista, no sería razonable. Otro detalle que destacó es la baja presión fiscal española, que está siete puntos por debajo de la media de la UE, y la necesidad de invertir en educación, ya que España también tiene ahí un importante déficit.

Coincidencia con IU

El secretario general de Comisiones Obreras dejó claro que la única formación con la que este sindicato sigue teniendo una "gran coincidencia", aunque operen en planos distintos, es Izquierda Unida. De hecho, Fidalgo intervino en la asamblea de la federación y fue uno de los más aplaudidos cuando concluyó su discurso al grito de "¡Viva IU!". El tradicional enfrentamiento entre ambas direcciones ha quedado atrás.

La Unión General de Trabajadores (UGT), el sindicato más cercano al PSOE, eludió ayer pronunciarse a la espera de poder analizar con más detalle la propuesta socialista. Fuentes de la dirección de este sindicato admitieron que la iniciativa no les ha sorprendido, aunque no está en línea con sus deseos. Sin embargo, la dirección confía más que en el contenido de la propuesta conocido hasta ahora, en la promesa del líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, de que no bajará la recaudación y no subirá el peso de los impuestos indirectos.

Gaspar Llamazares fue mucho más directo. Dijo que no entiende una propuesta que va en contra de todo lo que ha defendido en los últimos meses la oposición de izquierdas, incluido el PSOE. "Esta propuesta legitima al PP y hace poco creíble la labor de la oposición", se quejó. Para el líder de IU, no se puede prometer más recursos en educación y sanidad y la vez reducir los impuestos de las grandes empresas. "Se dirige a un electorado que no existe, con el corazón a la izquierda y la cabeza en el bolsillo", insistió.