"El pecado más frecuente de la gente del teatro es la soberbia"
Alfonso Zurro, uno de los dramaturgos andaluces -aunque nació en Salamanca hace 50 años- con más prestigio y proyección nacionales, estrenará mañana Los siete pecados capitales en el teatro Central de Sevilla. La obra, producida por el Centro Andaluz de Teatro (CAT), es un ambicioso proyecto largamente acariciado por Zurro y en el que siete dramaturgos andaluces -él mismo entre ellos- han elegido un pecado para ponerlo sobre el escenario. La producción, que podrá verse hasta el 15 de febrero, cuenta con los textos de Antonio Álamo, Juan García Larrondo, Fernando Mansilla, Antonio Estrada, Jesús Domínguez, Antonio Onetti y Alfonso Zurro, quien también firma la dirección de escena.
Pregunta. ¿Por qué ha elegido un espectáculo tan complicado como Los siete pecados capitales?
Respuesta. Llevaba mucho tiempo dándole vueltas a este proyecto porque me apetecía trabajar con autores andaluces vivos; así que cuando el CAT me propuso que dirigiera un montaje recuperé mi vieja idea.
P. ¿Es ésta su apuesta por la vuelta al teatro de texto?
R. Yo pertenezco a una generación autores que hemos podido ver nuestros espectáculos en escena gracias al trabajo de las compañías independiente, pero los autores que han llegado después se encuentran con muchas dificultades para estrenar.
P. ¿Demasiado humor sobre los escenarios?
R. Si, pero eso no es malo. Lo que ocurre es que las compañías se montan sus propios textos a partir de improvisaciones y quizás sea porque no encuentran textos con humor.
P. ¿Cómo se trabaja con siete autores distintos?
R. Es un montaje muy complicado. Llevamos ocho semanas con los ensayos y creo que el resultado es algo parecido al misterio de la santísima trinidad son siete obras distintas y una obra verdadera.
P. Parece que están de moda las obras compuestas, a su vez, de distintas piezas, como El retablo de las maravillas que estrenó Els Joglars la pasada semana en Sevilla.
R. Puede ser, pero yo pienso que más bien es casualidad.
P. ¿En Andalucía, cuál es el pecado con más vigencia?
R. Yo diría que la envidia, como en el resto de España. Es el pecado nacional. Hay algunos que, como la gula, están desfasados. Con las raciones tan pequeñas que ponen los cocineros de diseño ya nadie puede entregarse a la gula.
P. ¿Y el más frecuente?
R. En los tiempos que vivimos es la ira, especialmente después de los ataques terroristas del 11 de septiembres.
P. Y la gente del teatro ¿de qué tiene que confesarse?
R. De lo de siempre, de soberbia, aunque se lleva bien.
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