"El PP es el problema de la cohesión de España, genera tensiones territoriales"

Javier Torres Vela (Pozo Alcón, Jaén, 1953) va a poner fin a 21 años como diputado andaluz, en los que los últimos ocho ha ejercido como presidente del Parlamento. Se le ve con ganas de campaña y de desprenderse del corsé institucional: "El PP es el problema de la cohesión de España".

Pregunta. Usted es un político con clara vocación autonómica, no le veo defendiendo sólo la autovía Granada-Motril.

Respuesta. Vamos por partes. Lo que han decidido mis compañeros es que yo encabece la lista al Congreso para Granada, con lo cual mi primera tarea es intentar construir una campaña electoral ganadora y contribuir a un cambio de mayoría en España. En segundo lugar, ¿qué voy a hacer allí? Yo no he negociado ninguna responsabilidad. Me han dicho insistentemente que cuentan con mi capacidad y con mi experiencia para realizar una actividad política allí. ¿El rol que jugaré? No aspiro a nada, pero no renuncio a nada.

"Se utiliza de manera torticera las Cortes para quitarnos competencias"

"Si todos los políticos de mi generación nos quedamos se producirá un tapón evidente"

P. Declaró al Ideal que era necesario que algunos de ustedes salieran para que la próxima legislatura fuera apasionante. Explíquese.

R. Yo creo que el presidente Chaves ha tenido la capacidad y la valentía de plantear un nuevo horizonte político que es la segunda modernización. Parece razonable que ese proyecto, que se extiende en el tiempo más allá de una legislatura, empiecen a protagonizarlo los que han crecido con él. Si todos los políticos de mi generación nos quedamos como referentes políticos institucionales, la sensación de tapón que se producía era evidente. Con lo cual, contribuimos a una cosa positiva: uno, que con una experiencia política y una trayectoria política contrastadas nos vamos a apoyar el proyecto socialista en España. Y así los que vienen detrás se encuentran huecos para ocupar más centros de decisión y de poder que les permitan liderar el proyecto. Me parece que eso está bien.

P. Pues se han empleado unas formas para abrir huecos muy contradictorias con las buenas maneras que predica Zapatero.

R. En eso estoy muy de acuerdo. Hay gente que, más allá de la discrepancia o de la coincidencia, han representado la historia del partido socialista. Yo me he tirado gran parte de mi vida política discrepando internamente con Ángel Díaz Sol, que ha sido durante 13 años secretario general del PSOE de Granada y ha representado a mucha gente que votaba el PSOE. Es el valor de Felipe González, que ha representado las esperanzas, las ilusiones, los sueños de millones de españoles. Y eso merece mucho respeto.

P. Al principio de esta legislatura defendió la necesidad de que el PSOE lanzara un nuevo mito programático. ¿La reforma del Estatuto lo es?

R. Sí. En el desarrollo del Estado autonómico se han producido problemas serios. No hay instrumentos de cooperación y el señor Aznar ha utilizado el Gobierno como si España fuera un conjunto de administraciones jerarquizadas. En Andalucía hemos visto como se utiliza de manera torticera la capacidad de la soberanía nacional de las Cortes para quitarnos una caja de ahorro, para eliminar la capacidad de Andalucía en la creación de universidades... Como todo esto se estaba dando, unido al proceso de incorporación europea y de la globalización, pues Andalucía tiene que decir algo, ¿cómo se posiciona? Planteando ante los cambios sociales y políticos de Andalucía un nuevo proyecto, el de la segunda modernización; y en segundo lugar, en España, diciendo: oigan ustedes, yo voy a ser el que va estar en el centro del debate autonómico cuando se hable de cómo resolvemos el funcionamiento del Estado autonómico. Y no olvidemos nunca que no es casual que la primera persona que sitúa el debate estatutario es el presidente de la Junta.

P. ¿Por qué no es casual?

R. Porque fue el primero que vio que el debate de la nueva etapa del Estado autonómico era inexorable que se abriese. Y lo que hace es decir que ese no va a ser un debate entre nacionalismos periféricos y centrales, sino el de la España autonómica que está en la Constitución y que los andaluces hemos forjado.

P. El PP liga esa propuesta al pacto tripartito en Cataluña.

R. Eso es politiquería. En este tema el PP está siendo muy insensato y, además, muy peligroso. Nos está retrotrayendo a debates preconstitucionales.

P. ¿La campaña electoral es el momento para debatir sobre el modelo de Estado?

R. El presidente de la Junta plantea hace dos años que estamos llegando al final de un modelo, ya que hay insuficiencias funcionales. En Andalucía hemos vivido durante siete años la decisión arbitraria de un Gobierno le niega asumir unas competencias que están en el bloque de constitucionalidad, como las políticas activas de empleo, y además hemos soportado que viniesen los ministros a decir que no nos portamos bien. Lo grave de ese asunto es que Andalucía no tenía ninguna instancia a la que pedirle que arbitrara el conflicto, porque el Tribunal Constitucional no entra en ese tipo de materias. Ésa es una insuficiencia muy seria del Estado autonómico. O digamos en el terreno de la justicia. A mí me escandaliza que se rompan las vestiduras con la propuesta del PSOE de que los Tribunales Superiores de las comunidades sean las máximas instancias autonómicas cuando lo que debería escandalizar es el atasco que hay en el Tribunal Supremo.

P. En una campaña no hay matices. Se utilizan el espadón como el decir que ustedes rompen España...

R. El discurso del PSOE deber ser: ustedes son el problema de la cohesión de España. Es el PP, con su gestión y con su talante, el que ha generado las tensiones territoriales que se viven en este momento en España, porque gestionar un Estado compuesto exige otra actitud.

P. ... O que no tienen modelo territorial.

R. ¿Cómo van a decir que no tenemos modelo cuando hemos gobernado España 14 años y no ha habido ni una sola tensión territorial? Gobernando nosotros lo que funcionaba en Euskadi era el plan Ardanza, en el que se sentaban desde el PP al nacionalismo democrático; gobernando Aznar lo que ha salido es el plan Ibarretxe en el que los que defienden el modelo constitucional están afuera. ¿Cómo calificamos ese saldo? Esa responsabilidad política es, por supuesto, de Ibarretxe y del PNV pero alguna tiene también el Gobierno de España.