Rato y los pisos
El señor Rato vuelve a soltar la boutade de que los pisos suben porque se vende todo. Naturalmente que es eso lo que mueve a los especuladores, que están seguros del beneficio rápido que esta espiral les produce, y también a los sufridos consumidores, que piensan que ahora o nunca.
Pero el caso es que ni ante los toques de atención de entidades europeas ni ante los alarmantes datos de endeudamiento familiar que nos ofrecen las estadísticas, ninguno de los responsables parece tomar medidas, y dan la impresión de que o bien se benefician de la situación o bien trabajan en el día a día, sin importarles lo que pueda ocurrir a medio plazo (el tema de la vivienda forma parte muy importante de un proyecto de Estado).
Yo, que no cobro un sueldo de ministro, no tengo la fórmula para frenar este círculo vicioso, pero estoy convencido de que algo pueden hacer los que han sido elegidos para ello, mientras que, por el contrario, observamos cómo hacen retirar a Gallardón una tímida medida, la de gravar las viviendas vacías, que supuestamente podía paliar el problema. ¿A quién están defendiendo? Me temo que a los de siempre.
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