Francia se reconcilia con Libia tras un modesto pago por un atentado aéreo
Las familias cobrarán diez veces menos que en el 'caso Lockerbie'
Reconciliarse con Francia ha costado mucho menos al régimen libio que el pacto con Londres y Washington por el atentado de Lockerbie. La Fundación Gaddafi abonó ayer 42,5 millones de dólares a las familias de las víctimas del atentado contra un DC-10 de la compañía UTA y se comprometió a pagar hasta completar 170 millones. El ministro francés de Exteriores, Dominique de Villepin, saludó la "nueva etapa" que se abre entre ambos países.
La cantidad por víctima es diez veces inferior al importe de las indemnizaciones de Lockerbie, pero bastó para que París y Trípoli anunciaran anoche su voluntad de trabajar conjuntamente en África y de impulsar el diálogo entre las dos orillas del Mediterráneo.
En este caso, Libia abonará 170 millones de dólares por la muerte de 170 pasajeros. En el caso del aparato de Pan Am, la cantidad pactada es de 2.700 millones de dólares para 270 víctimas.
Termina así un conflicto en el que Francia había amenazado con vetar los intentos británicos de levantar las sanciones de la ONU contra Libia si no se arreglaba el asunto del DC-10. En septiembre se alcanzó un acuerdo de principio franco-libio que permitió retirar tales sanciones, pero Francia quedó después al margen de las negociaciones por las que Libia ha renunciado a las armas de destrucción masiva. Esto obligó a París a rematar en solitario su contencioso.
A pesar de las diferencias con Lockerbie, el ministro francés de Exteriores, Dominique de Villepin, calificó de "nueva etapa" la que se abre entre Francia y Libia. Según el comunicado conjunto, París se compromete también a estudiar y "contribuir" en proyectos de infraestructura entre Libia y los países del África subsahariana, y a despejar obstáculos en las relaciones de Trípoli con la Unión Europea. Existe aún un embargo general de armas europeas a Libia y un contencioso con Alemania, tras el atentado contra una sala de fiestas frecuentada por militares norteamericanos, que causó tres muertos y 260 heridos en 1986. Fuentes francesas creen que el paso dado ayer facilitará contratos para el desarrollo libio y para su rearme con armas convencionales.
El pacto firmado en París no reconoce la responsabilidad de Libia en la destrucción del avión de UTA cuando sobrevolaba Níger, un hecho cometido en 1989, si bien tampoco niega la de los seis agentes libios que fueron condenados en su día -sin su presencia- por un tribunal francés. Las autoridades francesas aguardaron la confirmación del acuerdo económico -firmado en el despacho del abogado Francis Szpiner- antes de recibir al ministro libio de Exteriores, Abderramán Chalgham, que se entrevistó finalmente con el presdiente Jacques Chirac.
El jefe de la diplomacia libia confirmó que los arreglos de los asuntos de Lockerbie y del avión de UTA, junto con la cuestión de las armas de destrucción masiva, constituyen "un todo" destinado a lograr "una Libia moderna que sea un ejemplo en la región". En cambio desmintió la existencia de contactos secretos con Israel.
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