Imaz intenta garantizarse una ejecutiva afín y reducir la presencia de partidarios de Egibar
Ibarretxe elige a dos mujeres para sustituirle en el cargo de portavoz y consejero de Industria
El futuro presidente del PNV, Josu Jon Imaz, quien será relevado de sus cargos en el Gobierno vasco el próximo martes, libra hoy una importante batalla en tres asambleas provinciales de su partido que deben elegir a la ejecutiva con la que tendrá que gobernar el partido. El aún portavoz peneuvista, Joseba Egibar, pese a su derrota, pugna por colocar a un puñado de sus partidarios en el equipo de Imaz, sin renunciar a condicionarle desde una mayoría absoluta en estas tres asambleas, que no juzgan imposible dados los ajustados resultados en la elección de éste.
La dura pugna establecida en el PNV ante el relevo de Xabier Arzalluz no terminó el pasado 18 de diciembre con la votación en las asambleas que le garantiza a Imaz su elección como presidente peneuvista. Ni terminará siquiera cuando el próximo sábado sea votado y proclamado como tal en la asamblea general, pronuncie al día siguiente su discurso y ocupe el lunes su nuevo despacho.
Imaz libra hoy el primer episodio determinante de una pugna, de resultado incierto, para configurar una ejecutiva afín a sus planteamientos y reducir al mínimo la presencia en ella de los partidarios de Egibar.
Las asambleas del partido en Vizcaya, Navarra y Guipúzcoa (la de Álava se celebrará la semana entrante) votan a los integrantes de sendas planchas apoyadas por Imaz y su rival. Cada sector presenta ocho nombres, los puestos de la ejecutiva que se renovarán a finales de mes, pero las listas son abiertas, por lo que pueden salir elegidos, primero en las asambleas locales y hoy en las regionales, miembros de una y de otra.
Lo ajustado de los resultados en la elección de Imaz y el peculiar y enrevesado sistema de elección de cargos que establecen los estatutos del PNV puede motivar situaciones impensables en cualquier otra formación, incluida la de que un presidente de ejecutiva se vea obligado a gobernar el partido con un equipo que no desea porque así le llegue dado.
Ése, el de la mayoría en el equipo directivo, es el pulso que están librando ahora mismo Imaz y Egibar. Pese a que éste último fue derrotado como aspirante a la presidencia el 18 de diciembre, él y sus partidarios disputan una batalla a brazo partido, animados por lo ajustado de la victoria de Imaz, con la intención de obtener la mayor presencia posible en la ejecutiva, incluido el sueño, que consideran realizable, de obtener la mayoría en ella para así condicionar totalmente la labor y la gestión del futuro presidente. Egibar quiere sobre todo vigilar el cumplimiento de la ponencia política que el sábado defenderá Arzalluz y de la que él es coautor.
Disparidad de datos
El aún portavoz del PNV intenta colocar a varios de sus fieles entre los ocho puestos. Fuentes afines a Egibar aseguraban ayer que cuatro hombres de su plancha tienen garantizada ya la mayoría absoluta de la asamblea nacional. Los partidarios de Imaz replican exhibiendo la mayoría absoluta para seis de sus candidatos en Vizcaya, pero guardan mutismo con respecto a los demás.
Ambos sectores ofrecen datos tan dispares que se hace imposible realizar una mínima previsión sobre lo que pueda ocurrir hoy. De lo explorado por este periódico en los dos grupos tan sólo habría por ahora dos nombres asegurados para cada uno, todos ellos miembros de la actual ejecutiva: Josune Ariztondo y José Antonio Rubalkaba, partidarios de Imaz, y Gorka Aguirre y Markel Olano del sector de Egibar.
En todo caso, la de hoy será sólo la primera fase de una elección que tiene que pasar todavía dos estaciones más: la asamblea regional de Álava, el día 15, y la asamblea nacional del día 31, en la que se negocia siempre algún último nombre.
Imaz abandonará el próximo martes sus cargos como consejero de Industria y portavoz del Gobierno vasco por las incompatibilidades que imponen los estatutos del PNV. El lehendakari Ibarretxe ha elegido a dos mujeres para suplirle en esas funciones: la consejera de Cultura, Miren Azkarate, asumirá la portavocía, mientras una asesora del propio Imaz, Ana Aguirre, será consejera de Industria. Con esta incorporación habrá cuatro mujeres entre los 11 integrantes del ejecutivo vasco.
[El parlamentario autonómico alavés del PP, Carlos Urquijo, sustituirá a partir del lunes al actual delegado del Gobierno en Euskadi, Enrique Villar, destituido ayer por el Consejo de Ministros. Urquijo, especializado en cuestiones policiales y de Interior, tomará posesión pasado mañana en el Palacio de la Moncloa. El relevo de Villar había sido reiteradamente pedido por los partidos nacionalistas].
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