De programas y anatomía
Es frecuente escuchar en estos tiempos a la derecha criticar cualquier pacto, programa o propuesta del PSOE con el único argumento de que España se rompe. Cual Cid, Tizona en mano, arremeten contra todos y se convierten en adalides del nacionalismo español y en acérrimos defensores de la "España una, grande y libre".
Y últimamente, todos a una, haciendo gala de un seguidismo patético del líder (que no del candidato), convierten sus comparecencias en lecciones de anatomía. Hasta cinco de ellas pudimos observar el otro día en esa misma línea: se rompe el esqueleto de la nación, se rompe la columna vertebral del país, se fractura la unidad de España, se desvertebra, etcétera.
Es evidente que la muy bien vertebrada presentación de las propuestas y del programa electoral del PSOE ha cogido por sorpresa y ha descolocado al PP, que anda, más bien vaga, a la defensiva sin más argumento que el de "que viene el lobo". Pero tienen un problema: que, como ocurrió en el cuento, ya nadie les cree.
Curiosamente, al final de sus intervenciones, todos hicieron el mismo gesto: bebieron un poco
de agua; ¿sería para pasar el mal trago?
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.