El Kelme consigue a última hora un aval de la Generalitat valenciana para evitar su desaparición
Ayer a última hora, casi cuando las oficinas de la Unión Ciclista Internacional (UCI) en Suiza cerraban sus ventanillas, el grupo ciclista Kelme envió la documentación exigida para mantenerse en la Primera División del ciclismo mundial. El director del Kelme, Vicente Belda, viajó ayer a Valencia para reunirse con representantes de la Generalitat, que patrocina al equipo, y obtener los documentos que reclamaba la UCI.
El organismo internacional solicitó al Kelme, el 23 de diciembre, un aval bancario y un documento acreditativo del patrocinio de la Generalitat, pero el parón navideño retrasó el envío. La UCI tiene previsto comunicar hoy la lista definitiva de 30 conjuntos de la élite, siete italianos, seis franceses, cinco españoles y cuatro belgas.
El Kelme había enviado con anterioridad el aval de una compañía de seguros, pero la UCI lo rechazó al exigir uno bancario. Las exigencias de la Unión Ciclista no son pecata minuta. De no cumplir sus requisitos, el Kelme descendería a Segunda División, por lo que no podría participar en las grandes competiciones -Tour, Giro, Vuelta o Copa del Mundo- a no ser que recibiera una invitación especial. El conjunto alicantino, que está a punto de cumplir 25 años de historia, se disolvería en el caso de verse relegado de categoría, ya que no cubriría su presupuesto con carreras de poca importancia.
El gobierno valenciano se hizo cargo en noviembre de la deuda de 800.000 euros del Kelme con Hacienda, y apoyará económicamente al equipo al estilo del Euskaltel Euskadi y el Banesto Illes Balears.
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