Libia celebra contactos secretos con Israel en busca de distensión

Los Gobiernos de Libia e Israel parecen haber iniciado un discreto proceso de diálogo después haber sido enemigos declarados desde la subida al poder, en 1969, de Muammar el Gaddafi. Sería el segundo golpe de efecto de Trípoli después de que el líder libio anunciara hace un mes su disposición a cancelar su programa de armas de destrucción masiva. Según los medios de comunicación israelíes, varios representantes de ambos países han mantenido al menos tres reuniones durante los últimos meses. Mientras el Ministerio israelí de Exteriores ni confirma ni niega estas informaciones, que en cambio fueron desmentidas por un portavoz del Gobierno libio, un diario kuwaití aseguraba que una delegación diplomática y militar israelí visitará Libia a finales de mes.

El caleidoscopio de relaciones regionales dio ayer un nuevo giro, después de que los medios israelíes confirmaran lo publicado el día anterior por el periódico kuwaití Al Siyasa, destapando una entrevista celebrada el viernes en Viena entre dos altos funcionarios de Trípoli e Israel. De acuerdo con este diario, una delegación compuesta por miembros de los ministerios israelíes de Exteriores y Defensa, así como de los servicios de información, se desplazará a Libia la última semana de enero.

La aparente distensión entre dos enemigos acérrimos viene a sumarse a otras iniciativas que han causado grata sorpresa en la zona. Esta semana, Egipto e Irán anunciaban el reestablecimiento de relaciones diplomáticas, rotas en 1979 después de que tuviera lugar la revolución islámica y de que Egipto firmara un tratado de paz con Israel en Camp David. Asimismo, Bachar el Assad se convertía en el primer presidente sirio en visitar oficialmente Turquía, con la que estuvo a punto de mantener un enfrentamiento bélico en 1998, debido al apoyo logístico que Damasco prestaba supuestamente a las guerrillas kurdas.

El actual consenso entre ambos países sobre la necesidad de salvaguardar la integridad territorial de Irak como fórmula para frenar el separatismo kurdo parece haber sido el principal factor de reconciliación.

Aunque el Ministerio de Exteriores israelí ha optado por la discreción, partiendo de la premisa de que la publicación prematura del contenido de las reuniones podría ser contraproducente para la consecución de su objetivo, los medios hebreos dieron como segura la entrevista filtrada por Al Siyasa. Antes, se celebró otra entrevista hace dos semanas en París entre el jefe de gabinete de Exteriores, Ron Prosor, y un representante hasta ahora anónimo del régimen libio, gracias a la mediación del emirato de Qatar.

Según los analistas del Canal 2 de la televisión israelí, se trataría por el momento de crear un canal de diálogo, dejando el establecimiento de relaciones diplomáticas o la firma de un acuerdo de paz para más adelante.

La tercera reunión tuvo como protagonistas a dos diputados israelíes -Efraín Sneh (Partido Laborista) e Ilan Shalgi (Shinui)- con Saif al Islam Gaddafi, hijo y casi seguro sucesor del presidente libio. Según explicó Sneh, ex ministro de Defensa israelí, a la radio pública israelí, este encuentro informal tuvo lugar dentro de una conferencia académica más amplia celebrada en agosto, en la que también participaron representantes palestinos.

En relación a sus conversaciones con el primogénito del dirigente libio, Sneh señaló a la radio pública israelí: "Mi impresión fue que Gaddafi ha tomado una decisión estratégica, dado que no es un hombre que dé pasos pequeños por lo que podría llegar a establecer relaciones con Israel e incluso ir más allá".