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Un vecino de Tetuán gana 1,6 millones con el Gordo de la lotería de El Niño

El sorteo reparte 62,4 millones en el distrito de Carabanchel

La suerte es esquiva por naturaleza. Y si no, que se lo digan a doña Teresa, de 81 años. El azar le hizo un regate el 22 de diciembre y sólo le dejó un reintegro. Lo cambió por seis décimos del número 19.459 de El Niño en la administración 117, en el populoso barrio de Carabanchel (Madrid). Esta vez placó a la suerte y se quedó con ella: con 960.000 euros del primer premio, para ser exactos, el mayor pico de los 62,4 millones que el gordo del primer sorteo del año ha repartido en Carabanchel entre gente trabajadora e inmigrantes. Los otros 1,6 millones se los ganó un vecino de Bravo Murillo. Él solo.

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Doña Teresa, matriarca de una familia de 33 miembros (siete hijos, otros tantos yernos y nueras y el resto, nietos y nietas) compró para la Lotería de Navidad seis décimos de un número que terminaba en 73, según recordaba ayer su hija Carmen Lourdes ante la puerta de la administración 117, sita en el número 113 de la calle de La Laguna, en mitad de Carabanchel, y que ayer era la caraba.

Hace unos días salió de compras navideñas con sus nietas preadolescentes Cristina y Lourdes, hijas de Carmen Lourdes, y se acercó a la administración propiedad de Luis Gómez. "Vinimos a esta calle a comprar unas colonias y entramos en la administración. Ella no eligió el número, sino que se los dio el hombre. Luego guardó los seis décimos en el monedero y, al llegar a casa, los colocó junto a la foto de mi abuelo, José, que murió hace tiempo", explicaban las dos chavalas.

Y ayer, cuando los 33 de familia (algunos venidos de Ciudad Real) se preparaban para celebrar con una comida la fiesta de Reyes, doña Teresa les dio la buena nueva: el gordo les había dejado un regalo de 960.000 euros (160.000 por cada uno de los seis décimos). Una representación de ellos (dos adultos y seis menores) se pasó por la administración con la risa floja y luego se fueron a comer más contentos que unas pascuas.

Esta familia es, posiblemente, la que se ha llevado el mayor pico de Carabanchel, a tenor de lo que contaba Luis Gómez. "Hemos vendido todo en ventanilla, las 39 series, décimo a décimo, y yo no me he quedado ninguno, pero da igual", aseguraba. O sea, que está muy repartido. "Sí, mucho, entre gente trabajadora e inmigrantes", subrayaba. Y trabajadoras son Juani Muñoz y Leandra Gómez, amigas y vecinas "de toda la vida, oiga, de Carabanchel".

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Las dos viven en el 50 de la calle de La Laguna, casi frente por frente de la administración. "Nunca nos había tocado nada y eso que antes éramos de una peña de un bar de aquí al lado, pero como lo quitaron la semana pasada nos decidimos a jugar las dos un decimito", explicaba Juani. "¡Y ahora nos han tocado 26 millones [de pesetas, claro] a medias!", precisaba Leonor, pegadita a Daniel, un hombre que, por lo que decía, poca suerte había tenido: "A mí me tocaron cinco millones de pesetas con El Niño en 1977, cuando los décimos valían 500 pesetas". Pero no era una frase de consuelo: "¡Pero si me ha tocado, hombre! Ayer [el lunes] bajó mi hija Noelia y compró un décimo cuando sólo quedaban cinco o seis... Nos han tocado 26 millones de pesetas".

Lo dicho, todo muy repartido. Todo menos una serie que compró un hombre de mediana edad en la administración 139, la que Rosario Alonso de Motta regenta en la esquina de la calle de la Reina Victoria con Cuatro Caminos. "El hombre estaba abonado desde... tres años hará, a este número; antes lo compraba en otra administración que cerró... Sí lleva 10 décimos, pero yo creo que algo habrá repartido", explicaba la lotera. Si no lo ha repartido, tiene en sus manos 1,6 millones de euros libres de impuestos.

La mujer cree que el afortunado vive en la calle de Bravo Murillo y las calles aledañas. Poco más. "Lo que sí sé es que es madrileño. Tengo su número de teléfono, así que le llamaré luego para felicitarlo", explicaba la lotera, que reprendía con la mirada a quien le pedía más información. "Es que con todo esto estoy como una moto".

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