Fatídico domingo de pesca
La familia de dos marineros desaparecidos en la costa de Torrevieja hace diez días ofrece 6.000 euros a quien los encuentre
El amanecer era propicio pero, al cabo de las horas, el día se tornó adverso. José y Fernando eligieron el ventoso último domingo de 2003 para hacerse a la mar en la costa de Torrevieja a practicar su afición favorita, la pesca con caña a bordo de una pequeña embarcación de recreo. Diez días después, no hay rastro alguno ni de la embarcación ni de de sus dos ocupantes: José, un jardinero de 56 años con una amplia prole, siete hijos, y Fernando, un hostelero de 61, padre de tres hijos.
El portavoz de las dos familias, Pedro Martínez -hijo de José- convencido de que los desaparecidos marineros están con vida en la costa de Argelia e irritado por las, a su juicio, equivocadas tareas de rescate, ha puesto sobre el tapete una última oferta para avivar la búsqueda: la familia de José y Fernando ofrece una recompensa de 6.000 euros a quien aporte algún dato sobre los dos marinos. "Estamos cansados, pero convencidos de que mi padre y Fernando están vivos, y no escatimaremos medios hasta encontrarlos", comenta el portavoz de las familias. "Hemos pasado las peores navidades de nuestra vida, sobre todo porque pensamos que hubo una clara negligencia al inicio de las labores de rescate", añade.
José y Fernando, íntimos amigos amantes de la pesca, se echaron a la mar en la mañana de pasado 28 de diciembre a bordo de la embarcación Carmina I, de 6,8 metros de longitud, dotada con una pequeña emisora de radio. Los tripulantes portaban sus respectivos teléfonos móviles. José y Fernando son dos marineros vocacionales, pero no temerarios. A la hora de zarpar, las 9.20, el tiempo era ideal, con viento en calma. Además, llenaron el depósito del barco de combustible y cargaron otra garrafa con unos 20 litros de gasoil para prevenir cualquier contratiempo durante la travesía.
Sin embargo, a las dos horas de navegación, cuando se disponían a llegar al punto habitual de pesca, a unas 25 millas de la costa de Torrevieja, las condiciones meteorológicas giraron radicalmente y se levantó un fuerte temporal. Al anochecer de aquella fatídica jornada el Carmina I no había regresado a puerto. La familia de José y Fernando dio la voz de alerta a la Autoridad Portuaria de Torrevieja y los responsables de Salvamento Marítimo.
Acto seguido, comenzaron las labores de búsqueda. Las familias, en boca de su portavoz, mantienen que el rastreo comenzó de manera errónea. "Se comenzó rastrear con un helicóptero que llegó desde Valencia por las inmediaciones del litoral de Cartagena, cuando lo lógico, a tenor de la dirección de los vientos, era haber orientando los trabajos hacía Argelia", explica Martínez.
Martínez sostiene que los escasos medios y el erróneo punto en el que se centró la búsqueda fueron la clave de nulo éxito de las labores de rescate, que, diez días más tarde, siguen sin ofrecer resultados. "Se perdieron unas horas preciosas. En ese tiempo la embarcación fue hacia la costa de Argelia, donde estamos convencidos que ha recalado", insiste. Salvamento Marítimo rechaza las críticas y esgrime los medios que, jornada tras jornada, han participado en el rescate, entre ellos, dos helicópteros, un avión, dos embarcaciones y un remolcador.
Los familiares de José y Fernando ha pasado la Navidad envuelta en una tensa espera, pero no cejan en su empeño de volver a abrazar a sus dos seres queridos. "Hemos ofrecido la recompensa para incentivar la búsqueda en la costa de Argelina, una zona muy despoblada", dice el hijo de José. "Mañana voy a solicitar una entrevista con la ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, para que inste a las autoridades argelinas a intensificar los rastreos en la costa de ese país", concluye.
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