El PNV prevé "presiones" a ETA del mundo de Batasuna para que desaparezca

El presidente del PNV de Guipúzcoa, Juan María Juaristi, considera que la tramitación del plan Ibarretxe contribuirá positivamente a la pacificación del País Vasco porque contiene "argumentos" que satisfacen a los votantes y simpatizantes de la izquierda abertzale. Tanto es así que el parlamentario vasco se muestra convencido de que el "mundo de Batasuna" ejercerá "una presión interna cada vez mayor para que ETA, que sobra y estorba, desaparezca", y de esta forma se cumplan los planes previstos por el lehendakari.

Ibarretxe ha reiterado numerosas veces, la última de ellas el pasado día 31, que sólo convocará a los vascos a una consulta para ratificar su plan, si sale adelante en el Parlamento vasco, en condiciones de "ausencia de violencia".

Juaristi declaró ayer a Europa Press que el entorno de la formación ilegalizada es consciente de que esa falta de violencia es necesaria para que "los vascos tomen la palabra". Agregó que la propuesta de reforma del Estatuto permitirá a los vascos "dar un salto de gigante para decidir su futuro en paz y libertad" y, además, "va a ser responsable de la finalización de la violencia".

El dirigente peneuvista opinó que este año será "determinante" porque el tripartito que gobierna en Euskadi (PNV, EA e IU) será capaz de "poner a este país en un escenario mucho más optimista".

A su juicio, la propia Batasuna admitió a comienzos de noviembre que el referéndum sobre la propuesta soberanista se haga sin violencia. Juaristi afirma que los dirigentes de Batasuna son conscientes de que para alcanzar ese escenario "sobra la violencia y ETA tiene que desaparecer".

El cese del terrorismo es también la condición que el PNV ha exigido a Batasuna para estudiar la propuesta de la formación ilegalizada para cerrar una candidatura nacionalista conjunta en las próximas elecciones generales.

Respecto a la actividad del Parlamento autónomo, Juaristi hace un balance muy positivo del pasado ejercicio, pese al "boicot permanente" ejercido por el PP y el PSE, partidos a los que acusó de "intentar pisar y humillar" a la Cámara vasca.

"Política ultranacionalista"

Por el contrario, la parlamentaria vasca y miembro de la ejecutiva de PSE-EE, Isabel Celaá, aseguró ayer que durante este año recién iniciado el Gobierno presidido por Ibarretxe no puede seguir haciendo "política ultranacionalista" y añadió que, tras un 2003 "muy pobre" existen "muchas dificultades para vislumbrar un año 2004 positivo porque el Parlamento aún no ha cumplido las sentencias judiciales".

La dirigente socialista manifestó que el Gobierno vasco no sólo gobierna en minoría, sino que además está "dividido en dos estrategias diferenciadas: la de EA, hiperideologizada en el nacionalismo más radical, que pacta con Batasuna, y el nacionalismo mas pragmático del PNV".