Sombra y color de Miquel Barceló

En la historia del arte contemporáneo, las imágenes que han reunido algunos grandes fotógrafos encandilados con el misterio de maestros de la pintura tienen también un papel importante. Matisse, con palomas en su villa Le Rêve en la Costa Azul, o el pintor ante su modelo, persiste en las imágenes de Cartier-Bresson; los disfraces de Picasso, la intimidad de su estudio, su fecundo caos, fueron captados con asombro y placer por André Villers a lo largo de dos décadas. Son fotografías que integran el imaginario de estos artistas tanto como las imágenes de sus obras en los libros.

El fotógrafo hispano-francés Jean-Marie del Moral ya se había acercado a otros artistas, como a Joan Miró, para detener algunos de sus momentos. Pero su relación con Miquel Barceló se ha revelado mucho más intensa y perseverante. Lo ha seguido con su objetivo por los estudios que éste ha montado en Mallorca, París y Malí desde 1985. El libro que ahora presenta es mucho más que un reportaje. El fotógrafo recoge no sólo al artista mientras crea en el silencio de su estudio, sino los objetos de los que se rodea y que forman parte de su repertorio de motivos pictóricos. El libro se compone de 200 fotografías, en color y blanco y negro, de las más de 4.000 que Del Moral ha hecho en estos años. Se incluyen también páginas del diario de Barceló, y el propio artista ha dibujado los títulos para el inicio de cada capítulo. Es un relato mudo y elocuente que intenta abarcar no sólo al personaje y su carácter retraído y ambulante, sino la manera en que las formas externas entran a formar parte de su universo creativo.