A la zaga del 'billete verde'
El euro se consolida en un segundo puesto tras el dólar en los mercados financieros internacionales
El euro se ha enzarzado con el dólar en una batalla por la dominación del mercado de divisas que, al menos de momento, tiene ganada el billete verde. Pero la moneda europea se ha convertido en el primer rival con las armas necesarias para intentar poner fin a la supremacía indiscutible que el dólar ostenta desde hace más de 50 años. Desde que comenzó a cotizar, en 1999, su cuota en los mercados de bonos, pasivos bancarios y reservas internacionales ha crecido de forma progresiva. "El euro está aquí para quedarse", afirma Antonio Villarroya, estratega de renta fija para Europa de Merrill Lynch.
Poco a poco, la moneda única, que comenzó a circular de forma física en 12 países de la Unión Europea en enero de 2002, ha ganado peso. "Se ha consolidado como segunda divisa mundial", constata el Banco Central Europeo (BCE) en un documento en el que analiza el papel internacional del euro. "Ahora no se puede decir que esté compitiendo de forma directa con el dólar, el proceso será lento, pero puede acabar siendo una moneda alternativa", añade Villarroya. Con él coincide en lo esencial José Luis Alzola, que desde las oficinas de Citigroup en Londres sigue el día a día del BCE: "El euro va ganando posiciones poco a poco, pero no se puede permitir el lujo de decir que está cara a cara frente al dólar".
En sólo un campo de batalla aventaja el euro al dólar: el de la cotización. Ahora está en máximos superiores a los 1,25 dólares frente a la moneda estadounidense. Sin embargo, también ha habido relativos avances en otros terrenos menos coyunturales. Seis meses después de su estreno en los mercados de divisas, ya absorbía el 21% de las emisiones internacionales de bonos y obligaciones; en junio pasado, este porcentaje alcanzó el 30%. De forma paralela, la cuota del dólar ha pasado, entre junio de 1999 y junio pasado, del 46% al 43%. Más perdió el yen (del 16% al 10%).
Más pasivos bancarios
En las operaciones internacionales del sector bancario, el euro representaba el 24,6% de los pasivos, y el 25,5% de los activos, lo que suponía un aumento de cinco y seis puntos porcentuales, respectivamente, en relación al porcentaje de mediados de 1999, según los últimos datos disponibles, incluidos en la encuesta trienal del Banco de Pagos Internacionales publicada en 2002.
Junto al mercado de bonos y operaciones bancarias, otro elemento clave para medir el peso real de una divisa son las reservas internacionales de los bancos centrales. Los últimos datos del Fondo Monetario Internacional muestran cómo la proporción del euro ha pasado del 12,6% de 1999 al 14,6% en 2002. El aumento fue mayor en los países emergentes, ya que el euro llegó a representar un 16,8% de sus reservas el año pasado, frente al 14,1% de 1999.
"En emisión de bonos, el euro es prácticamente equiparable al dólar, aunque en reservas internacionales su peso es menos importante", apuntan Harald Han, profesor en la escuela de negocios Insead, y Michael Moore, de la Universidad de Belfast, que han analizado cómo el euro ha cambiado los mercados. "Es una moneda respetada; tras el dólar, es la segunda más usada en el comercio: está presente en el 53% de las transacciones".
El euro ha sido especialmente bien recibido como moneda de financiación en los países de Europa central y del este, incluidos los Balcanes. Una elección que responde a una cuestión de estrategia política. "En los países que van a adherirse a la UE se emite deuda pública en euros con vistas a la adopción de la moneda única", explica el BCE en su documento. De hecho, ya se están acostumbrando. Por esas tierras, donde antes de la puesta en circulación del euro en enero de 2002 tenía mucha influencia el marco alemán, circulan la mayor parte de los más de 38.000 millones de euros en billetes que han saltado las fronteras de la zona euro.
Pero queda mucho camino por recorrer hasta que mercados que tan bien simbolizan el poder de una moneda, como los de las materias primas (con el petróleo en primera línea), estén denominados en euros. Una razón básica que explica la supremacía del dólar es que éste no se ha topado con competencia real en los últimos 50 años. Ninguna otra economía se ha acercado al tamaño de la estadounidense. Algo similar sucedía en el siglo XIX con la libra esterlina. En la actualidad, el producto interior bruto (PIB) de la zona euro es entre un 20% y un 30% inferior al de EE UU. Incluso sumando los países que no adoptaron la moneda única, esta cifra apenas se mueve: el PIB seguiría siendo entre un 10% y un 20% inferior al estadounidense.
Hay otras razones. "El BCE no parece muy interesado en promover un papel más fuerte del euro", explica José Luis Alzola. La autoridad monetaria, en línea con la mentalidad antigua del Bundesbank, tiene muy en cuenta que un éxito arrollador de la moneda única fuera de las fronteras europeas limitaría su control sobre la divisa.
Lucha contra las falsificaciones
La falsificación de los billetes de euros era uno de los problemas sobre los que advertía la Comisión Europea cuando puso en circulación esta moneda el 1 de enero de 2002. A las pocas semanas de su estreno ya se dieron los primeros casos, debido sobre todo a que los ciudadanos no estaban habituados al aspecto de los nuevos billetes.
Los últimos datos sobre falsificaciones se refieren al primer semestre de 2003 y los ha facilitado el Banco Central Europeo (BCE). Durante ese semestre se retiraron de la circulación 230.534 billetes en euros falsos, frente a los 145.153 en los seis meses finales de 2002.
El número de billetes falsos se ha incrementado desde el lanzamiento de la moneda, aunque ha comenzado a estabilizarse en los últimos meses, según el BCE. En la actualidad hay alrededor de 8.000 millones de billetes auténticos, por lo que la cantidad de billetes falsos "es reducida", según el BCE.
El billete de la moneda europea que más se ha falsificado en el primer semestre de 2003 fue el de 50 euros, con un total de 152.072 billetes (el 66% del total de falsificaciones). Le sigue el de 20 euros, con 54.285 billetes falsos (el 23,5%).
A distancia se encuentra el de 100 euros, con 14.839 billetes (el 6,5%). De 200 euros se falsificaron 5.516 billetes (el 2,4%) y de 10 euros se falsificaron 2.543 billetes (el 1,1%).
Los que menos se falsificaron fueron los de cinco euros, con un total de 844 billetes (el 0,3%), y los de 500, que fueron 435 billetes (el 0,2%). El número de monedas falsas de euros sigue siendo en la actualidad muy reducido, según el BCE.
El Sistema Europeo de Bancos Centrales ha adoptado una estrategia coordinada y descentralizada para luchar contra la falsificación de billetes y monedas en euros. El BCE ha creado el Centro de Análisis de Falsificaciones de Billetes para coordinar los trabajos de los centros nacionales en cada uno de los Estados miembros de la UE. En 2001, el BCE firmó un acuerdo con Europol para luchar contra la falsificación y está manteniendo negociaciones para firmar un acuerdo con la Interpol.
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