"Cementerio disidentes"

Recientemente he tenido la dolorosa necesidad de visitar el cementerio San Fernando de Sevilla, y he comprobado la persistencia en él de un anacronismo que sólo puede deberse a inercia o descuido: la zona denominada "Cementerio disidentes", que según el plano se encuentra a la derecha, justo detrás de la capilla y el crematorio.

Un "disidente", según el DRAE, es alguien "que diside"; a su vez "disidir" es "separarse de la común doctrina, creencia o conducta", y "disidencia" es un "grave desacuerdo de opiniones". Pero, ¿un desacuerdo tan grave que incluso sobrevive a la muerte? No, no puede ser, ya pasaron esos tiempos en los que, como publicaba El Socialista, "cuantos en España desean ser honrados consigo mismos y fieles a un pensar que disienta de la religión oficial, saben bien el inmenso número de trabas y molestias que leyes y autoridades presentan en su camino. El disidente español tiene sólo el derecho de ser tolerado y muchas veces esta palabra, ya de por sí ofensiva, se toma en la práctica aun por menos de lo poco que vale. Llegan momentos en que el disidente español ni siquiera es tolerado. Para casarse por lo civil se le molesta; en el servicio militar se le obliga a actos contrarios a su conciencia, y se le procesa si se resiste; en la muerte de sus deudos se le disputan por la Iglesia los restos queridos o, si conviene, se niega a estos sepultura en el único cementerio de la localidad". Tiempos muertos y enterrados, ojalá que para siempre, aunque parece que nunca acabamos de enterrar todos sus "restos", incluidos los meramente nominales, como parece ser el caso que comento.

Por otro lado, o justo al lado de los "disidentes", se ubica también en el plano el "Cementerio israelí", que cabe suponer acogerá a los difuntos de religión judía o que profesan el judaísmo, y no a los ciudadanos o naturales del Estado de Israel, porque en este último caso no se entendería que no hubiera también un cementerio francés o chino... Claro que si se trata de parcelar el cementerio de acuerdo con las creencias religiosas, ¿habría que señalar también en el de Sevilla una zona musulmana, mormona, budista, brahmánica...?

En definitiva, estamos hablando de un cementerio municipal, y aunque no tengo nada que decir sobre el mantenimiento en él de los signos exteriores de la religión o costumbre mayoritaria en nuestra sociedad, sí confío en la sensibilidad del alcalde de Sevilla para que no permita que siga existiendo, ni, por tanto, tenga que reflejarse en un plano editado por el Ayuntamiento que preside, algo tan anacrónico como un cementerio de disidentes.