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El hombre que mató a otros dos en Terrassa ya había discutido con ellos otras veces

Familiares de los fallecidos se concentran frente a la casa del agresor, sin causar incidentes

Ernesto Gil, que el pasado sábado mató a dos hombres desde la ventana de su casa, ha declarado a la policía que había discutido con las víctimas por una plaza de aparcamiento y que no era la primera vez que esto sucedía. La policía ha hallado en la casa del presunto homicida, que hoy pasa a disposición judicial, la escopeta de caza con la que disparó y otras armas. Ante la casa de Gil se concentraron ayer varios familiares de las víctimas.

Ante el número 346 de la calle de Colón, en el barrio de Can Palet de Terrassa, se paraban ayer muchos de los familiares de José Concepción, de 34 años, y de Antonio Concepción, de 23. Los dos, tío y sobrino, de origen portugués, murieron el sábado tras recibir los disparos de Ernesto Gil Carballo, de 61 años. Los familiares apenas hablaban, lanzaban algún que otro insulto, y no quitaban la mirada del segundo piso del número 346, como si esperasen que de pronto apareciera alguien detrás de la ventana. Pero en el piso no había nadie.

La ventana era sólo el testimonio de lo ocurrido horas antes, cuando Gil apretó el gatillo de su escopeta de caza y mató a los dos hombres. José murió al instante de un balazo en la cabeza; Antonio logró dar unos pasos, pero murió poco después en el hospital de Terrassa. Entre estos familiares que iban llegando desde distintos lugares de España, se hallaba la hermana de José. Estaba desolada. Algunos vecinos hablaban de miedo a que la familia de los dos fallecidos tomara represalias. La hermana sólo acertaba a decir: "Apenas tengo fuerzas para intentar sobrellevar el dolor".

La familia Concepción vivía muy cerca del lugar, tan sólo hay que andar hasta la esquina y doblar hacia la izquierda. Dos bloques más abajo, en el número 98 de la calle de Bages, vive esta familia de etnia gitana que ayer aún trataba de entender qué había pasado. De Gil, sus vecinos sólo tienen buenas palabras. "Que era un buen hombre", "una excelente persona y muy trabajador" porque "cada día se levantaba hacia las cinco y media de la madrugada para ir a abrir el bar, el Tao, en el Mercado de la Independecia, que tenía junto a sus hijos".

Gil disparó y llamó a la policía para decir que había matado a dos hombres. Esperó -en el momento de los hechos estaba solo porque su esposa estaba cuidando de un familiar y sus hijos trabajaban- a que fueran a buscarlo, sentado en el sofá de su casa.

Para hoy está previsto que pase a disposición del juzgado número cinco de Terrassa, ya que ayer estaba aún en la comisaría local del Cuerpo Nacional de Policía. Una vecina, que lo conoce desde hace más de 30 años, no lo entiende. "Se le debieron de cruzar los cables", explica. A menudo, algunos miembros de la familia Concepción aparcaban la furgoneta blanca, una Ford Transit, ante la casa de Gil. O ponían la radio o tocaban el organillo. "Lo hacían algunos fines de semana, son mucha familia", explica la vecina que vive justo debajo de Gil. Pero acto seguido añade que "no son gente conflictiva".

¿Se hartó Gil del ruido y de la jarana y de no poder descansar? José Batista es el primo de José Concepción. Asegura que "no hacían mucho ruido porque en la furgoneta no hay altavoces, el ruido era el mismo que puede hacer cualquier radiocasete". Batista explica que el sábado por la tarde había cuatro personas en la furgoneta. Los dos hombres que murieron "fueron los primeros en salir, otro intentó ayudar a los heridos, pero José murió en sus brazos, se resguardaron como pudieron en el suelo de la furgoneta", añade.

Can Palet es un barrio periférico y popular de Terrassa. Los precios de las viviendas, más asequibles que en zonas más céntricas de la ciudad, han atraído varias oleadas de inmigrantes. En el barrio viven algunas familias gitanas, pero no es el barrio donde hay mayor concentración de ellas, explica el concejal de Terrassa Ramon Arribas. El concejal señala: "Estamos ante un hecho aislado y absolutamente desgraciado; es una barbaridad de una persona que está bebida y empieza a disparar".

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