"Aquí hace frío, mucho frío"
Algunos comerciantes del centro señalan que el sistema de calefacción del edificio funciona mal
La temporada navideña ha encontrado al Palacio de Hielo sin un óptimo sistema de calefacción. "Aquí hace frío, mucho frío. Ni siquiera se puede ir al baño a causa de las bajas temperaturas", se quejaba ayer una comerciante, quien ha echado mano de un jersey y un abrigo para soportar la temperatura en su local.
"La calefacción no se siente, y creo que es un problema de todo el centro comercial porque varios compañeros han comentado la misma molestia. Varios clientes nos han dicho que en nuestros negocios se pasa mucho frío", añadía la comerciante.
Una vendedora, incluso, manifestó ayer que tuvo que comprar un calefactor para reemplazar al del local. "No nos ha funcionado... y, bueno, tuvimos que hacer esa inversión para estar en mejores condiciones".
Los comerciantes consultados aseguran estar "preocupados" por un posible fallo en el sistema de calefacción de todo el edificio, de 100.000 metros cuadrados, y cuya inversión ascendió a los 50 millones de euros.
Pero desde Equipamientos Deportivos y de Ocio (Equidosa), la empresa concesionaria del Palacio de Hielo, desmienten a los vendedores y señalan que "todo va bien". "No sabemos nada de ese tema. No es cierto que en los locales esté fallando la calefacción", replicó ayer Héctor González Gaya, director general de Equidosa.
"El sistema de refrigeración está garantizado. Es de alta calidad", matizó González Gaya, con una notoria intención de restarle importancia a las quejas de algunos comerciantes. "No podemos generalizar y decir que porque una persona pase frío todo el centro comercial vive la misma situación".
No solamente ese probable fallo en el sistema de calefacción ha convertido al Palacio de Hielo en un asunto polémico. Los vecinos de la calle de Sicélidas, adyacente al edificio, han vivido una pesadilla con los ruidos que generan las torres del aire acondicionado y en repetidas ocasiones se han quejado de que ese complejo sólo les ha supuesto incomodidades.
Una vecina señaló que el ruido se asemeja al de un "motor". "Rumm, rumm, así todas las noches. No podemos dormir en muchas ocasiones".
Aunque la decisión de Medio Ambiente de empezar a precintar las torres de refrigeración que ocasionan el ruido fue recibida con beneplácito, algunos vecinos de la zona señalaron que la carga y la descarga de productos para el centro comercial también está ocasionando molestias. "Los camiones trabajan todo el día y han convertido nuestra calle en un auténtico basurero", opinó un viandante. "Hemos sido los más perjudicados con la demora de las obras".
González Gaya confirmó que los remates en el edificio deberán concluir a mediados del próximo enero. "Nos hace falta terminar sólo algunos detalles de la fachada", dijo, "y ajustar algunas obras de aislamiento acústico".
"Vamos a dialogar con las empresas distribuidoras para que pongan en marcha varias medidas con el fin de hacer el menor ruido posible en el momento de descargar los productos. Nosotros tenemos la intención de solucionar todos los inconvenientes", afirmó González Gaya.
El pasado 6 de diciembre, los vecinos del Palacio de Hielo realizaron un recorrido por la zona junto con el concejal de Urbanismo y Obras Públicas, Pío García-Escudero, y con la concejal socialista Marta Rodríguez-Tarduchy.
Varios residentes en la zona mostraron su disgusto por la existencia de un depósito de gasóleo en plena calle y que abastece a la bolera del Palacio de Hielo. Reprocharon la estética de los acabados y las cornisas del edificio. "Antes, desde aquí, se veía el aeropuerto. Ahora lo único que vemos es una chapa azul a pocos metros de nuestras casas", se quejó una vecina.
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