Decido Iberia

(En respuesta a la carta de Isabel Gistau, del 20 de diciembre).

Soy TCP [Tripulante de cabina de pasajeros] de Iberia desde hace quince años. Sé lo que es el negocio de la aviación comercial, sé lo que es y exige atender a un público muy numeroso y muy desigual en un entorno extraño como es un avión. Cuando un periódico decide publicar una carta, entiendo que le da rango de importancia. Hace tiempo que quería escribir sobre la importancia que ustedes, en Cartas al Director o en suplementos de Ciudades dan a las noticias sobre incidencias en las líneas aéreas comerciales. Me sorprede casi siempre.

Yo preferiría leer sobre el trato laboral que las compañías de billetes baratos dan a sus empleados. Casi de esclavitud. Esta mañana leo una carta de una persona que tenía una reunión de importancia anual. Esta persona, por el retraso de tres horas de un vuelo por falta de tripulación, pierde dicha reunión. Lo lamento mucho. También lamento el trato no profesional del personal, si es que ha existido.

Pero el entrecomillado de la carta interpreta cosas que llaman a la reflexión y describe la actitud de dicha persona. Escribe 'se ve que ese día la tripulación no había decidido trabajar'. Dejo a los lectores que valoren dicha afirmación. También dice 'teníamos que pelearnos por los asientos a tonto el último'.Desde el punto de vista informático y dada la urgencia que exige dicha operación, es imposible retrasar más un vuelo cancelado. Es preferible que entre todos salvemos esa molestia. Tripulantes y pasajeros.

Sigue la carta con un cúmulo de incidencias que pueden ser debidas a muchas causas. En la operación normal de un único vuelo actúan muchísimos factores. Muchas veces pienso, en el día a día de mi actividad laboral, que es un auténtico milagro que un 70% de los vuelos salgan en hora. Si una reunión es tan importante, sugiero una pernocta en la ciudad de la reunión. Y sobre todo si es en diciembre, en un aeropuerto como el de Ginebra, con un lago a 500 metros, con un alto riesgo potencial de nieblas, tanto como el de Madrid. ¿No vuelan los pasajeros de hoy tanto como nosotros para saberlo? Sigue siendo sorprendente que decidan publicar este tipo de cartas cuando la compañía Iberia opera diariamente más de 500 vuelos. Creo que escribo en nombre de todos los trabajadores de Lineas Aéreas de España, no sólo de la mía. Yo sigo prefiriendo Iberia.