Montero alerta del riesgo de dos elecciones a rector en la UPV por la falta de estatutos

El rector de la UPV, Manuel Montero, utilizó ayer ante un muy reducido claustro reunido en el aula magna del campus de Leioa un nuevo argumento para reclamar al Departamento de Educación del Gobierno vasco celeridad en su dictamen sobre la legalidad de los futuros estatutos de la institución. Montero alertó del riesgo de que se produzcan en el plazo de pocos meses dos elecciones consecutivas a rector, con el consiguiente despilfarro de medios y la interinidad que supone, si por parte de la consejería de Anjeles Iztueta no se agilizan los trámites para aprobar las que serán normas básicas de funcionamiento de la universidad.

La disposición adicional de los nuevos estatutos, sobre cuya legalidad debe pronunciarse el departamento antes del 4 de enero para que la universidad pueda corregir sus deficiencias y reciba la aprobación final, exige la celebración de comicios en el plazo de un mes a partir de su publicación. Debido a los retrasos acumulados, esta fecha puede tener lugar después de marzo, cuando expira el periodo de gobierno de Montero. "El mandato actual del rector termina el próximo mes de marzo y, en consecuencia, deben convocarse elecciones. Ahora bien, de hacerlo antes de la entrada en vigor de los estatutos también habría que convocar elecciones después, pues así lo prevé taxativamente el texto estatutario", explicó Montero en su informe de gestión.

No obstante, el rector señaló que se han mantenido conversaciones con la consejería para evitar este supuesto y se ha establecido un calendario que Montero confía en que se cumpla. Según la máxima autoridad de la UPV, en la primera quincena de enero se recibirá el informe del Ejecutivo con los artículos que deben ser corregidos. El claustro que abordará su modificación se convocará en febrero y la tramitación final permitirá que sean publicados a principios del mes de marzo. "Esto depende, como es obvio, de que en enero contemos con el informe de legalidad de los Estatutos", matizó.

26 claustrales al final

El rector, que aún no ha anunciado si se presentará o no a la reelección, dibujó este panorama ante una semivacía aula magna. Una vez más, la ausencia de una gran parte de los cerca de 250 miembros de la comunidad universitaria -profesores, personal de administración y servicios y estudiantes- que forman parte del claustro corroboró el limitado interés que suscita la participación en la toma de decisiones de la universidad pública. Pese a que 128 claustrales firmaron su presencia en el claustro, ese número no se mantuvo ni mucho menos a lo largo de la sesión. Tanto es así que tan solo 26, equipo rectoral incluido, de los 247 claustrales -algo más del 10% - escucharon las palabras con las que Montero, que antes de comenzar se había congratulado con mucha ironía del "gran número de asistentes", dio por finalizado el claustro. "Cierro la sesión haciendo constar la masiva presencia de claustrales", concluyó.