El comisario europeo de Política Regional califica de "irreal" el recorte del Presupuesto
Barnier afirma que los países ricos recuperan entre el 15% y el 40% de lo que aportan
El comisario francés Michel Barnier, encargado de la Política Regional y, por tanto, de la gestión de los fondos regionales, acusó ayer a los líderes de los países ricos firmantes de la Carta de los Seis (Alemania, Francia, Reino Unido, Holanda, Austria y Suecia) de plantear propuestas "irreales". Los seis han exigido que los gastos de la Unión queden congelados en el 1% del PIB de la UE, como ahora, pese a que en mayo entran en el club 10 nuevos países, lo que pondrá en riesgo la cantidad de fondos a repartir para países como España, hoy el más beneficiado con 8.000 millones al año. El comisario de Política Regional afirmó que entre el 15% y el 40% de los recursos que aportan los países ricos vuelve luego a los países de origen.
Michel Barnier recordó que los 10 que se incorporan a la Unión (Polonia, Lituania, Letonia, Estonia, República Checa, Eslovaquia, Hungría, Eslovenia, Chipre y Malta) harán aumentar la superficie y la población en un tercio (de 375 millones de habitantes a 450), pero que sólo aportarán entre el 6% y el 7% del PIB de la Unión porque se trata de países menos desarrollados. "Habrá más desigualdades, más fracturas", avisó, "y por eso será aún más necesaria la política de cohesión".
En efecto, Eurostat difundió ayer las últimas estadísticas del año 2002 sobre el PIB por habitante en la UE con 25 Estados medido en unidades de poder de compra (un baremo que combina el PIB real por habitante y los precios en cada uno de los países). Siendo 100 el nivel medio de la UE con 15 Estados, cinco países candidatos (Polonia, Eslovaquia, Letonia, Lituania y Eslovenia) están por debajo del 50% de la media.
Otros seis (Grecia y Portugal, entre ellos) no llegan al 76%. España (86%), con Chipre, está en el siguiente grupo, junto por debajo del límite del 90% exigible para acceder al Fondo de Solidaridad, muchos menos importante que el de los fondos regionales (para regiones por debajo del 75%).
Renta por habitante
Entre el 91% y el 110% se encuentran buena parte de los actuales socios del club (Alemania, Francia, Reino Unido, Italia...) y, por encima, los más ricos (Dinamarca, Holanda, Irlanda y Austria) encabezados por Luxemburgo (con el 189%).
La media de los países candidatos se queda en el 47% y, para alcanzar la europea al ritmo actual, tendrán que pesar muchas décadas. Con esos datos en la mano, 116 millones de la futura Unión Europea (el 25% del total) vivirán en regiones con un PIB por debajo del 75% de la media europea y, de ellos, 6 de cada 10 serán de países nuevos en el club, donde en la actualidad son 68 millones (23 de ellos en España) los que están por debajo de ese 75%.
Las cifras indican que, si la UE quiere mantener su actual e imprescindible política de solidaridad para acortar las disparidades regionales, el actual presupuesto comunitario (alrededor de 100.000 millones anuales) es insuficiente.
Pese a ello, los firmantes de la Carta de los Seis exigen no sólo que se congele el presupuesto, sino que buena parte del mismo se dedique a proyectos "de valor real", a competitividad e innovación, política exterior, seguridad de fronteras, inmigración... En definitiva, a alentar el crecimiento y, muy en segundo lugar, a la solidaridad y la cohesión.
"Hablan también de solidaridad, pero ¿se van a poder cumplir todas esas prioridades? Creo que no es posible", se respondió ayer Barnier. "No se van a poder hacer más cosas con menos dinero; no es realista", dijo para añadir después: "El modelo por el que lucho no es crecimiento para unos y caridad para otros; está claro que vamos a seguir esforzándonos a favor de las regiones menos desarrolladas".
Se convierte así el comisario Michel Barnier, de nuevo, en uno de los principales valedores de una política que hoy interesa más que a nadie a España y, en el futuro, a Polonia.
Contribuyentes netos
Consciente de que son los contribuyentes netos, los que pagan, los que exigen congelar los gastos, el comisario les recordó ayer dos cosas. Una muy práctica: entre el 15% y el 40% del dinero que aportan los contribuyentes vuelve a su origen vía contratos con sus empresas, exportaciones... Y una segunda de orden: el diciembre del año 2002, en Copenhague, los líderes de los Quince pactaron que a la cohesión deben dedicar en una Europa ampliada al menos el 0,42% del PIB de la Unión Europea (hoy el 0,32%).
Pero, en contra de la filosofía que subyace en la Carta de los Seis, o en los informes de los asesores económicos de la Comisión, Barnier también recordó que los fondos regionales son una fuente de impulso al crecimiento porque aportan aproximadamente el 10% del PIB de los países que los reciben. Véase el ejemplo de Irlanda, uno de los cuatro (con España, Portugal y Grecia) que más fondos ha recibido hasta ahora de la Unión Europea.
El PIB irlandés por unidad de compra era hace el 90% de la media europea hace ocho años. Hoy es del 125%, el segundo más rico del club.
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