Álvarez defiende la creación de una agencia tributaria andaluza para "clarificar competencias"

La consejera de Economía y Hacienda, Magdalena Álvarez, quiso dejar claro ayer que la agencia tributaria andaluza, cuya creación propuso el presidente andaluz, Manuel Chaves, al presentar el pasado martes las bases de la reforma del Estatuto, se regirá bajo los principios de "armonización, coordinación, lealtad y homogeneización con el resto de comunidades autónomas, con el Gobierno central y con la normativa europea". Álvarez fue más cauta al definir el alcance de la nueva agencia tributaria, que servirá, dijo, para "clarificar competencias".

Álvarez dijo no comprender el "revuelo que se ha montado" con el anuncio de Chaves, y añadió que la agencia tributaria no debe suponer "ningún motivo de alarma ni de preocupación". Tras recordar que la Junta propuso hace tiempo asumir una cesta de impuestos, la titular de Economía señaló que la intención que ahora se plantea el Ejecutivo andaluz es la de "identificar qué impuestos son los propios de la comunidad autónoma" o, en otras palabras, "clarificar la competencias" entre las distintas Administraciones. Álvarez abundó al respecto indicando que el objetivo es "crear un espacio fiscal propio en el que la comunidad autónoma sea absolutamente responsable de determinados impuestos".

La propuesta de crear una agencia tributaria autonómica ha sido el aspecto de la reforma estatutaria planteada por Chaves que más atención ha concitado, aún sin concretar mucho su contenido. Hasta ahora, la Junta sólo tiene pleno control sobre los tributos propios (tasas, el impuesto sobre el juego del bingo y los recién creados tributos verdes).

En el modelo actual, el Ejecutivo andaluz también asume fases de gestión (y en algunos casos decisiones normativas) en los llamados tributos cedidos de gestión propia -impuesto sobre sucesiones y donaciones, impuesto sobre el patrimonio, impuesto sobre transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados y la tasa fiscal sobre el juego-. Y recibe la recaudación los tributos cedidos de gestión estatal: el 33% del IRPF, el 35% del IVA, el 40% de los impuestos especiales de fabricación y el 100% de los impuestos sobre electricidad, sobre determinados medios de transporte y sobre venta minorista de hidrocarburos.

Mejor servicio

Sobre las competencias de la futura agencia tributaria andaluza, Álvarez dejó entrever que se centraría, en una primera fase, en asumir la gestión integral de los impuestos cedidos. La consejera puso como ejemplo el impuesto del patrimonio, que gestiona y recauda el Gobierno central a pesar de que está destinado a ingresarlo la comunidad autónoma. "Pero el Gobierno central no manda el dinero a Andalucía y hay un retraso en la obtención de los ingresos y, por tanto, en los pagos a los proveedores". Otro caso que quiso poner de manifiesto es el del impuesto de sucesiones. En este caso, la capacidad normativa para regularlo es compartida con el Ejecutivo central y las comunidades y, sin embargo, la gestión la asumen en exclusiva los gobiernos autonómicos mientras que la recaudación corresponde a Hacienda. Por tanto, cada fase del tributo es responsabilidad de una Administración distinta.

En definitiva, Magdalena Álvarez manifestó ayer en Jaén que el objetivo de la Junta es tener "una mayor posibilidad de gestionar" los impuestos y prestar un mejor servicio a los ciudadanos. Además, considera que de esta manera podrían bajarse los tipos impositivos que ahora pagan los contribuyentes. "No estamos planteando que cada uno haga lo que le dé la gana, sino identificar el espacio de cada uno", remarcó.

La consejera defendió también la propuesta del nuevo presidente catalán, Pascual Maragall, de contar con un espacio fiscal propio, algo que consideró "perfectamente asumible" por la Constitución española.