Exámenes de junio

Soy profesor de Enseñanza Secundaria y director de un instituto en Ayamonte (Huelva). A propósito de las recuperaciones para el alumnado de Secundaria, que la Consejería de Educación de la Junta se propone ubicar inmediatamente después de acabar las clases el 22 de junio, debo, como profesional de la enseñanza, hacer estos comentarios:

1. Uno de los principales argumentos que se están dando desde la Consejería es el de ser solidarios con los que menos tienen, ya que no podrían pagarse profesores particulares en verano, en el caso de ponerse las recuperaciones en septiembre.

El cuento de los descamisados está ya pasado de moda. Hoy día, algunos no tienen para libros pero la mayoría de alumnos usan zapatos, móviles, motos y ropa que muchos profesores no nos podemos permitir. Bien sabemos los profesores que al menos el estudio, el deseo de aprender y de formarse no depende exclusivamente del dinero. Que hoy día, quien quiere estudiar puede hacerlo y no se necesita tener un padre o madre empresarios para poder acabar la ESO.

2. Otro de los argumentos es el de que está más que demostrado que en septiembre los resultados son peores que en junio. Eso es cierto en gran medida, sin embargo, el hecho de que una medida que consideramos necesaria no dé resultados no implica necesariamente que deba eliminarse. Por esa regla de tres, si los resultados de suspensos en Secundaria alcanzan el 60%, ¿debemos entonces deshacernos de los centros educativos por no obtener buenos resultados? ¿Debemos eliminar los límites de velocidad porque no tienen ningún efecto de cara a reducir el número de muertos en carretera?

3. A efectos de organización es peor para los centros hacer la prueba recuperatoria en septiembre, porque sería un caos (Cándida Martínez dixit).

¿Acaso piensan en la consejería que los centros hasta ahora funcionan perfectamente al llegar septiembre? ¿Cuándo van a empezar a conocer la realidad que aquí se cuece?

En lugar de destinar tanto dinero a ordenadores y centros TIC, que viste muy bien políticamente, déjense de historias y tomen medidas que nosotros, los profesionales, pedimos que se tomen por el bien de la educación. Con el dinero que se está invirtiendo en tantos ordenadores, ¿no podría dedicarse a los profesores para clases particulares en verano, y de esa manera ser solidarios como se pretende? Les aseguro que el beneficio sería grande.

La intención de la Junta es modernizar el Sistema Educativo andaluz en igualdad de oportunidades. Pues bien, nuestro centro carece de gimnasio, despachos adecuados y, en general, nuestros alumnos están en condiciones de desigualdad con respecto a otros de la comunidad. ¿Hasta cuándo?