Construir Europa

Tengo 29 años y, aunque pertenezco a una generación considerada como la primera de la democracia española, o la última de la dictadura franquista, nunca he sido verdaderamente consciente de un régimen político que me alegro de no haber conocido.

Sin embargo, el hecho político que ha marcado mi vida fue la entrada de España en la Unión Europea. En ese momento, yo tenía once o doce años y, desde la firma en el palacio de Oriente, en junio del año 1985, hasta la entrada en enero de 1986, sentí que aquel momento histórico iba a cambiar mi vida.

Soy consciente de que mi educación me hizo apreciar y saber valorar este acontecimiento histórico de una forma especial y quizás diferente, pero desde entonces he participado en un intercambio Erasmus (intercambio de estudiantes universitarios europeos), he realizado el proyecto fin de carrera en otro país europeo, me he casado con un belga y trabajo fuera de España.

Europa me ha permitido elegir mi vida. Podría haberme quedado en España, pero también he podido salir y conocer otra forma de vivir sin mucho esfuerzo. En este momento vivo en un país pequeño de la Unión Europea, un país que se considera europeo, que defiende los intereses europeos antes que los nacionales, y eso es algo que España debe aprender a hacer. Europa no es un foro donde cada uno viene a reinvidicar intereses nacionales, la Unión Europea es un foro donde todos juntos construimos Europa para tener un futuro común.