"Los cambios toman su tiempo"

El grueso de los ingresos captados con los nuevos impuestos a la cadena productiva de alimentos y medicinas o la modificación del impuesto sobre la renta (ISR) -previstos en la reforma fiscal derrotada en el Congreso, el proyecto más ambicioso del mandato de Vicente Fox- se hubiera obtenido de los más ricos y hubiera servido para ayudar a los más pobres, cerca del 50% de los 104 millones de mexicanos. La afirmación es de Eduardo Sojo, coordinador de Políticas Públicas de la Presidencia. "Sobre eso no hay ninguna duda". La oposición dice lo contrario: la reforma beneficiaba a la plutocracia.

El superministro, de 47 años, autor de un informe de 425 páginas sobre los tres primeros años de la gestión de Fox, califica de "muy sólido" el paquete de logros aun sin haberse conseguido el crecimiento económico, apenas un punto y medio este año, ni la masiva creación de empleo. "La propuesta fiscal del presidente era muy buena", dice en una entrevista con EL PAÍS.

El Gobierno pierde cerca de 9.000 millones de dólares anuales en nuevos ingresos, según sus cálculos. El acuerdo rechazado fue consensuado por el Ejecutivo -que debió rebajar su planteamiento inicial de un IVA del 10% a alimentos y medicinas- y un sector del Partido Revolucionario Institucional (PRI), mayoría relativa en el Congreso.

La reforma naufragada establecía la unificación del IVA en el 13%, eliminando exenciones y permitiendo a los 31 Estados de México cobrar un adicional 2%, y un impuesto del 8% a los empresarios de alimentos y medicinas. Emilio Chuayffet, el nuevo coordinador parlamentario príista, propondrá otra reforma. "No vamos a partir de cero", porque la oficial "es aprovechable en un enorme porcentaje".

Sojo defiende la gestión de Fox en estos tres años. El presupuesto destinado al desarrollo social trepó hasta el 10,23% del PIB, "es el más alto de la historia", y el capítulo que aborda la lucha contra el narcotráfico llama la atención. "Hemos detenido a 24.163 personas entre capos, sicarios, financieros, lugartenientes, funcionarios y colaboradores y distribuidores al menudeo". La "pobreza alimentaria", esto es la miseria, habría disminuido en tres años del 24,2% al 20,3%, según los datos proporcionados por el coordinador de Políticas Públicas, que otras fuentes niegan por "engañosos".

Pero el espectacular aumento del dinero enviado a sus familias por los inmigrantes en EE UU, en torno a los 15.000 millones de dólares este año, tiene mucho que ver con la mayor capacidad adquisitiva de los millones de receptores, casi todos pobres.

"Uno de los principales desafíos que tiene la Administración es recuperar el crecimiento y la generación de empleo". Se han perdido cientos de miles, pero la inflación se redujo del 9% en el 2000 al 4% en 2003, y las tasas de interés, del 17,1% al 5%. El retroceso más grave se sitúa en el PIB, que cayó del 6,6% a 1,3% en el mismo periodo, castigado por la contracción del vecino EE UU.

Sojo descalifica el debate político registrado: "De repente evaluamos al Gobierno por lo que dijo un secretario... y no nos hemos concentrado en un debate de lo que realmente tiene importancia para el bienestar de la población. Además, nos hemos dado cuenta de que los cambios toman su tiempo".