Clases de institutos

Señor director del IES Zaidín-Vergeles. Al igual que usted, soy profesora de Secundaria e imparto docencia en un IES público del mismo barrio donde está el que usted dirige y del que lógicamente presume. Desde esta perspectiva general, y particular a la vez, considero necesario responder a la carta publicada el pasado día 4.

En primer lugar quiero decirle que la calidad de mi trabajo diario viene condicionada por una serie de circunstancias que, a tenor de lo que refleja en sus elogios nada disimulados hacia la Administración, está claro que no afectan a su centro. Al respecto retomo sus propias palabras. Dice usted: "Nuestras instalaciones y nuestros recursos didácticos no tienen nada que envidiar a otros centros de enseñanza privada o concertada", reconociendo en ello, "el apoyo de la administración educativa andaluza". Es cierto, IES como el suyo están "superdotados", pero ¿y los otros?

Creo que algo falla, pues somos demasiados los profesionales de la enseñanza pública que nos seguimos quejando, a pesar de las reconocidas inversiones de la Administración. Según observo a mi alrededor, creo que el reparto no ha sido equitativo, ya que hay institutos de primera, de segunda..., y de última.

Como profesora de un centro menos afortunado que el suyo, considero su carta un grave insulto para los que día a día nos dejamos el pellejo en lograr esa "calidad" de la que usted presume, desempeñando en demasiadas ocasiones un trabajo a modo de "voluntariado", a pesar del desinterés y abandono en general.

Yo le invito a que reconsidere sus planteamientos y si desde su situación o posición realmente puede mejorar la calidad de la enseñanza de esta ciudad, haga algo ya, pero, por favor, no me recuerde que su abrigo es de piel cuando el mío está roto.