_
_
_
_
ONCOLOGÍA

Primera terapia antitumoral en España con esferas radiactivas

La Clínica Universitaria de Pamplona ha realizado la primera irradiación hepática selectiva en España. Se trata de un tratamiento para tumores hepáticos consistente en la inyección por catéter en la arteria hepática de esferas radiactivas de entre 20 y 40 micras de tamaño que, una vez alojadas en la zona tumoral del hígado, emiten la radiación del isótopo itrio del que están recubiertas y frenan y reducen la enfermedad.

La irradiación hepática se ha desarrollado en los últimos años en Estados Unidos, Canadá y Australia y actualmente la han comenzado a aplicar otros tres hospitales europeos. No se trata de un procedimiento exclusivo, y se puede administrar en combinación con la quimioterapia. Supone una alternativa eficaz, según los expertos de la clínica navarra, para aquellos casos en los que el hígado aloja varios tumores que no pueden ser extirpados. Esta técnica no sustituye a la cirugía, sino que aporta un tratamiento a situaciones que hasta ahora no tenían ninguna opción terapéutica.

Los dos primeros pacientes españoles intervenidos en la clínica navarra el pasado mes de septiembre padecen tumores primarios de hígado. No han presentado efectos secundarios tras la intervención, según indicó Bruno Sangro, especialista del departamento de Medicina Interna del hospital universitario. "Aunque falta por conocer en qué situaciones es más eficaz esta técnica y en qué tipo de pacientes debería combinarse con otros tratamientos, hemos constatado signos radiológicos notables de intensa actividad antitumoral", subraya Sangro.

Radiación directa

La radiación interna y directa exclusivamente a la zona tumoral garantiza una menor afección al hígado sano. La experiencia de los países que ya la practican desde hace años apunta a que se trata de una técnica especialmente indicada para tratar hepatocarcinomas y también tumores secundarios, especialmente metástasis de cáncer de colon y de tumores endocrinos.

La irradiación exige sofisticados estudios radiológicos previos para evitar una posible dispersión de las microesferas debido, por ejemplo, a problemas circulatorios o de conexión de los vasos. Por ello, los pacientes fueron sometidos una semana antes del tratamiento a una simulación mediante arteriografía hepática para ver la anatomía arterial del hígado y determinar los vasos que nutrían su tumor.

En ese proceso se utilizan macroagregados de albúmina marcados con tecnecio, un radiotrazador que evalúa los posibles escapes de las esferas. Al paciente indicado se le aplica después la sesión de irradiación, que es única y no sobrepasa los 30 minutos de duración. Los pacientes permanecen ingresados un solo día.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_