Juegos de sutilezas
Es ahora cuando el discurso de la renovación a ultranza que preconizan algunos durante años se hace añicos ante la incertidumbre que se genera a consecuencia de la apertura del proceso de confección de las listas electorales. Lo que antes era defensa a ultranza de los cambios, ahora se torna en severos y desesperados llamamientos a la sensatez y a mantener inalterable lo que "ha venido funcionado bien". Con un espíritu cargado de entrega y responsabilidad al partido, se ofrecen abiertamente a lo que su organización decida en cuyas manos quedan, aunque eso sí, se permiten el lujo de indicar cuáles son sus preferencias e incluso, a quien no debe tocarse de las listas. El ejemplo más claro de tan llamativa actitud lo hemos tenido en el socialista, Luis Yáñez. Su caso, además, se ha visto prolongado por la aparición en escena de su esposa, Carmen Hermosín, quien aspira a seguir de candidata número uno al Parlamento Andaluz. Otros, incluso, saltan a la palestra avalados, entre otras cosas, por su amistad con el presidente de la Junta, Manuel Chaves, exhibiendo, de paso, el complejo de todo ex ministro, esto es, se muestran ávidos de tocar balón, algo que ya no le permiten en Madrid, tal y como podría suceder con José Antonio Griñán.
Ellos, por tanto, ya han hablado mucho antes de que lo haya hecho su partido, a cuya disposición dicen ponerse, pero al que no han tenido en cuenta para nada al anticiparse y fijar su posición. Ante este juego de sutilezas, no es de extrañar que más de uno se lleve una sorpresa. En el caso de Sevilla, el PSOE está por la labor de situar como cabecera de lista a la Cámara andaluza a su referente natural que no es otro que José Caballos. Guste o no a determinados elementos, es el líder consolidado de su organización por lo que no entienden que tengan que relegarlo a favor de Hermosín, que no goza, desde luego, del mismo respaldo interno.
Con todo, no deja de ser ésta una incidencia menor. El mismo Manuel Chaves no espera que se produzcan problemas importantes para confeccionar las candidaturas. Sólo caben mayores dificultades en Córdoba en donde un José Antonio Ruiz Almenara, no muy firme como secretario provincial del PSOE, tendrá que lidiar con José Mellado, quien tras fracasar en las municipales, está dispuesto a guerrear al máximo. Y todo esto sin saber si finalmente Felipe González acepta ir de número uno por Sevilla al Congreso. No hace más que lanzar mensajes rechazando tal posibilidad, y esta vez parece que va en serio, pero todavía se está a la espera de que, al menos, en esta semana el secretario general, José Luis Rodríguez Zapatero hable con él para convencerle y que se incorpore a las listas.
Podría ser una de las mejores noticias que trajera el secretario general a los socialistas andaluces este jueves, día que empleará para estar en Málaga. Zapatero hasta tendrá tiempo para visitar el Museo Picasso uno de los principales logros culturales de la Junta en este mandato que concluye. Otro partido, en cambio, como ocurre con el PA, les ha cogido la delantera y ya el viernes aprobará sus listas. Será en el seno del Comité Nacional, reunión en la que se va a consagrar la nominación de Ildefonso del Olmo como candidato por Málaga y de José Calvo Poyato, por Córdoba. Un intercambio de estampitas que habla a las claras del continuo pulso que mantienen el secretario general, Antonio Ortega y el presidente del partido, Alejandro Rojas-Marcos.
Pues en medio de esta frenética actividad en la que se ven inmersos los distintos partidos, Chaves dará en estos días el paso decisivo para desencadenar el debate sobre la reforma del Estatuto Autonomía. Presentará en el Consejo de Gobierno de este martes el documento que contiene las bases para sus reforma. Será un texto "al que no se podrá decir no" señalan en el gobierno andaluz, esperanzados como están, en recabar el máximo apoyo posible al mismo.
Y a todo esto, por fin, el foro Nueva Sociedad, Nuevas Propuestas, de Manuel Pimentel decidirá este sábado en Ronda si deciden su conversión en partido político. Todo indica de que así será, aunque llegarán a dar este paso sin que ésta iniciativa haya generado las expectativas que en un primer momento esperaba suscitar su principal impulsor, el ex ministro de Trabajo.
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