Un hombre mata a su ex mujer a puñaladas en presencia de su hijo de seis años

Antonio R. R., militar en la reserva de 46 años, se entregó la noche del pasado viernes en el juzgado de guardia de Las Palmas de Gran Canaria, donde se confesó autor de más de una veintena de puñaladas asestadas minutos antes a su ex mujer, María José H. F., de 34 años, que acabaron por provocarle la muerte. La agresión se produjo en presencia del hijo de ambos, de seis años, que gritó y cogió el brazo de su padre para impedir que éste continuara acuchillando a su ex mujer.

El militar había acudido al caer la noche del viernes al barrio del Pilar, en la zona alta de la capital grancanaria, donde vivía María José H. F., presidenta de la comunidad de vecinos y directora de una sucursal bancaria en el sur de la isla. Allí tenía previsto recoger al hijo de ambos, que debía pasar con él el fin de semana como venía ocurriendo de forma habitual después de formalizar la separación matrimonial.

Según declararon numerosos testigos presenciales a los medios de comunicación regionales, la pareja apenas cruzó unas palabras antes de que el hombre comenzase a agredir a su víctima con un cuchillo de grandes dimensiones, con el que fue abriendo heridas en brazos, piernas, pecho y espalda de su ex pareja.

Denuncia por maltrato

El agresor regresó a su coche y se entregó en los juzgados veinte minutos después del crimen. Antes de acordar una separación de mutuo acuerdo, María José H. F. ya había presentado una denuncia por malos tratos psicológicos en una comisaría del Cuerpo Nacional de Policía.

Los servicios de emergencia que acudieron a los pocos minutos, avisados por los vecinos, encontraron a la mujer aún con vida, tumbada boca abajo, con el arma clavada en su espalda, sobre un enorme charco de sangre y rodeada de familiares y conocidos. Una hora después, la víctima moría en plena calle a causa de las heridas abiertas en zonas vitales y de la gran cantidad de sangre perdida.

Con ésta son ya al menos 71 las mujeres que han fallecido víctimas de las violencia doméstica a lo largo del año a manos de sus cónyuges o compañeros sentimentales, según el recuento contabilizado por la agencia Efe. El Ministerio del Interior cifró en 52 las mujeres muertas por estas causas en 2002.

Casi de forma simultánea a este suceso, pero en la isla de Tenerife, J. P. M. S., de 31 años, asestaba varias puñaladas a su ex mujer, de 29, a la salida de una oficina de correos de la localidad turística de Puerto de la Cruz, donde trabajaba como limpiadora. El agresor esperó la hora de salida para apuñalar a su anterior compañera, ingresada en el hospital universitario de Canarias por heridas leves. Después del suceso, el hombre ingirió un herbicida, aunque los servicios de emergencia pudieron salvarle la vida.