Más sobre infraestructuras
Dos colegas y buenos amigos, los profesores Aparicio e Izquierdo, han publicado en EL PAÍS, el domingo 23 de noviembre, dos sólidos artículos sobre infraestructuras del transporte y su trascendencia en el desarrollo y en el territorio. Si añado estas apostillas es porque tengo la impresión de que para el ciudadano de a pie algunas cosas de las que afirman no reflejan en términos vulgares la actual situación.
En el desarrollo de los pueblos, la importancia del coste de las infraestructuras y de los sistemas de explotación de los sistemas de transporte han sido paralelos a la evolución económica, cívica, política y militar.
El peso del transporte en una economía actual es importantísimo. Su optimización es la optimización de la propia economía.
No sólo se trata de hacer infraestructuras, sino de hacer aquellas que son mejores que las otras. Y no sólo se trata de explotar infraestructuras, sino de optimizar sus usos con todas las armas disponibles.
No es evidente ni inmediato que las grandes infraestructuras produzcan desarrollo a su paso. A veces sirven más para ahuyentar que para reunir. Y en general son favorables para los nodos que son su origen.
El término vertebrar, que tanto usan los políticos, no implica el tipo de animal vertebrado que se está creando. Un tren de alta velocidad comunica los sitios donde se detiene, para los viajeros, y abandona todos los demás. Podría ser similar a un avión que vuela bajo. Que se lo cuenten a Valdepeñas o a Manzanares lo que ha pasado con los trenes y enlaces ferroviarios que antes frecuentaban sus estaciones.
Se puede dudar fundadamente de las ventajas de llegar de Vigo a Madrid en un tren de alta velocidad en lugar de hacerlo en un avión. Y, sin embargo, no hay duda de que Galicia necesita más comunicaciones interiores y más con las regiones limítrofes, que optimicen social y económicamente la zona, que asienten a la población en el territorio y fomenten a la pequeña empresa territorial. ¿A quién se le ha ocurrido ir de Madrid a Toledo en alta velocidad, cuando se tarda más en llegar a la estación de Atocha que al destino final? ¿Existe un programa al 2007 (o 2010)? ¿O simplemente un listado voluntarioso y arbitrario, sin estudios serios de costes-beneficios y de promoción territorial? Y hablando del principal medio de transporte terrestre, la carretera, ¿cuánto se ahorraría con unos programas rigurosos de conservación y con una política firme de seguridad vial? Se conoce y es evaluable que estas políticas más que costar dinero producen ahorros y beneficios.
¿Se están haciendo las inversiones en carreteras de acuerdo con las necesidades de capacidad y nivel de servicio? ¿Y de las mercancías? ¿Existe alguna política concreta de centros logísticos intermodales, que no sea la emprendida por las iniciativas locales y localistas?
Existen excelentes planificadores en España, en el sector público y en el privado. ¿Sería mucho pedir que tuvieran mayor protagonismo?
Archivado En
- Opinión
- SE Infraestructuras
- VII Legislatura España
- Ministerio de Fomento
- PP
- Secretarías de Estado
- Unión Europea
- Legislaturas políticas
- Ministerios
- Transporte ferroviario
- Organizaciones internacionales
- Transporte carretera
- Gobierno
- Tráfico
- Relaciones exteriores
- Partidos políticos
- Administración Estado
- Administración pública
- Política
- Transporte