Muchos perros y un huevo
El presidente, Vladímir Putin, y su esposa Ludmila estuvieron entre los primeros votantes en el Instituto de Química Física de Moscú, en el suroeste de la capital rusa, donde funcionó ayer el colegio electoral 2.039. El líder ruso dijo que había acudido tan temprano a las urnas debido a un "asunto privado ocurrido en la noche". La primera dama de Rusia decidió explicar la misteriosa frase de su marido: resulta que la perra preferida de Putin dio a luz, por lo que el presidente y su esposa tuvieron que pasar "media noche sin dormir", haciendo labores de comadrona. "En el momento de venir a votar, habían nacido ocho cachorros, seis negros y dos de color pajizo, pero, al parecer, todavía faltaban por nacer algunos más", contó sonriente Ludmila Pútina.
La perra se llama Cony, y es un labrador negro que apareció en casa de los Putin en diciembre de 2000. Junto con Putin y su esposa votó, según la agencia Interfax, María, la hija mayor que este año cumplió los 18. Sin embargo, las televisiones no la mostraron. Los Putin tienen otra hija, Yekaterina, de 17.
Los perros, en general, fueron uno de los principales protagonistas de las elecciones de ayer, pues tuvieron que inspeccionar, guiados por policías, los colegios electorales para comprobar que no hubiera explosivos. La orden correspondiente fue dada en Moscú por el general Vladímir Pronin, quien pidió a los capitalinos que apoyaran el reforzamiento de las medidas de seguridad suplementarias para evitar que hubiera un nuevo atentado terrorista. También en otras ciudades, especialmente en el Cáucaso del Norte, las autoridades impusieron severas medidas de seguridad. El viernes, un grupo compuesto aparentemente por cuatro separatistas chechenos hizo detonar 10 kilos de trilita en un tren de pasajeros del Cáucaso ruso, dejando un saldo de 42 muertos y más de 150 heridos.
Una farsa
Pero el único ataque significativo que hubo durante la jornada electoral del domingo fue contra el primer ministro, Mijaíl Kasiánov. Cuando depositaba su voto en la urna, una mujer le arrojó un huevo, que gracias a los buenos reflejos del atlético jefe de Gobierno no le dio en la cara, sino en el hombro. "¡Oye, Kasiánov, estas elecciones son una farsa!", gritó la mujer al lanzar su proyectil. La policía de inmediato detuvo a la desconocida, quien, según datos preliminares, pertenece al Partido Nacional-Bolchevique, que dirige Eduard Limónov, el enfant terrible de la literatura rusa. Junto con la agresora, fueron detenidos tres hombres y otra mujer.
"Este percance también es un elemento de la democracia", comentó Kasiánov, subrayando que considera de suma importancia que los comicios en Rusia se realicen de manera regular y en los plazos establecidos. "Las elecciones son la piedra angular de la democracia", dijo.
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