Un millar de universitarios se forman como voluntarios
El primer paso para ser voluntario es formarse. Los universitarios valencianos, sabedores de la importancia del rigor de esta labor, siguen los cursos de formación básica y específicos que la Fundación de la Solidaridad y el Voluntariado de la Comunidad Valenciana desarrolla en colaboración de las seis universidades valencianas. Según los datos facilitados por la fundación, en el curso pasado 910 estudiantes se formaron en las 43 acciones promovidas por ésta, a través del III Plan de Formación del Voluntariado de la Comunidad Valenciana. Los cursos, que se organizan dentro de cada universidad en colaboración con diversas ONGs, se canalizan a través de diversos departamentos y servicios.
La Universitat de València formó el curso pasado a 278 alumnos, fijando el récord valenciano; le sigue la Universidad Jaume I y la Universidad Politécnica, con 175 alumnos en diez y ocho cursos, respectivamente. Completan la formación valenciana: la Miguel Hernández, con 88; la Universidad de Alicante, con 48 alumnos y la Cardenal Herrera-CEU, con 39. Estas dos últimas universidades instruyen a un mayor número de alumnos, a través de seminarios y conferencias programadas desde la Cátedra de la Solidaridad, de la Cardenal Herrera-CEU y la Asociación Universitaria para la Promoción del Voluntariado, de la Universidad de Alicante, una de las primeras que actuó en las costas gallegas tras la catástrofe del Prestige.
Preferencias
A partir de los datos de la fundación se observa qué perfil de voluntariado predomina en cada universidad. Hay diferencias. En la Politécnica de Valencia el ámbito que más voluntarios atrae es el deportivo, con un total de 36 alumnos, seguido de participación en ONGs de desarrollo y comercio justo, que reúnen a 30 más, cada una. Los alumnos de la Jaume I otorgan mayor importancia a la cooperación internacional, al racismo y a la inmigración.
El dato más destacable de la Universitat de València es la elevada implicación del campus de Blasco Ibáñez que forma al 32,7% de los voluntarios. La mayoría, un 78,4%, son mujeres, y casi el 60% tiene entre 21 y 25 años, lo que permite interpretar que el alumno se forma como voluntariado una vez conoce la universidad, no en los primeros años. Los estudiantes de la Miguel Hernández están puestos, sobre todo, en salud. Reseñable es que 76 se decantan por cursos que abordan temáticas como las adicciones, discapacidades, menores en situación de riesgo, ecología y medio ambiente. Aquí ocupa el último lugar la cooperación y desarrollo.
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