El doble necesita especialistas

No fue agradable ver a Àlex Corretja y a Feliciano López deambulando por la pista sin tener ninguna opción real de ganar el partido. El doble de la Copa Davis necesita auténticos especialistas. No puede improvisarse cada vez, cambiando constantemente y buscando las opciones más oportunas para cada ocasión. Los australianos mostraron claramente cuál es el camino a seguir: Woodbridge y Arthurs son dos jugadores mediocres en el plano individual, que han decidido dedicar a los dobles la parte más importante de su esfuerzo personal. Y eso se nota. El partido fue transcurriendo sin que los españoles tuvieran nunca una oportunidad de enderezar la situación y cambiar el rumbo de lo que estaba ocurriendo.

Lesionado en el cuello, Corretja no pudo desarrollar su mejor tenis y Feliciano sacó bien pero tampoco estuvo muy centrado en el resto. Pero no es un problema suyo. Ellos dieron todo lo que pudieron, pero se enfrentaban a una verdadera pareja. Para mí no fue un problema que Feliciano jugara en la derecha a pesar de ser zurdo. También yo era zurdo y, cuando jugaba con Joan Gisbert, me colocaba en la derecha porque él se sentía más cómodo en la izquierda. El problema del doble es más profundo que todo eso, porque Corretja, que ha mostrado una gran disposición para jugar este punto, es más un buen acompañante que un especialista.

Para mí la única solución de futuro es buscar auténticos especialistas, jugadores de un buen nivel que no estén entre los mejores en el plano individual, y que encuentren una salida con el doble. Es bueno que tenistas como Robredo, Nadal o Feliciano se planteen tener continuidad en el doble y que lo jueguen en el circuito. Pero cuando exploten en sus carreras individuales, se centrarán en ellas. En cambio, un buen especialista sabe que su única salida es el doble, que eso es lo que dará el dinero. Y, para mí, ése es el único camino.

Manuel Orantes fue campeón del Open de EE UU en 1975 y ganó el Masters en 1976.