El desencuentro entre España y la UE bloquea el debate final sobre la Constitución

La cumbre de ministros de Exteriores de la Unión Europea que tenía por objetivo limar las últimas diferencias sobre el texto de la primera Constitución europea comenzó ayer con los peores augurios. La ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, expresó ante sus homólogos europeos reunidos en Nápoles la "decepción, sorpresa y desilusión" de España por la negativa de la presidencia de turno, Italia, a proponer una solución a su demanda de mayor poder en el Consejo Europeo.

Palacio reiteró el "firme rechazo" a la fórmula propuesta en el texto de la Constitución y su defensa de lo pactado en el Tratado de Niza, en diciembre de 2000, aunque se mostró abierta a "considerar cualquier otra fórmula". El ministro italiano, Franco Frattini, respondió desafiante: "Si alguien tiene una idea mejor, que la exponga". En ese ambiente, fuentes de la Comisión señalaron que existe el riesgo de fracaso en las negociaciones para sacar adelante la Constitución. El incumplimiento del Pacto de Estabilidad por parte de Alemania y Francia complicó aún más el diálogo.