En libertad los dos presos de Salónica
Los españoles detenidos en Grecia acaban su huelga de hambre de 53 días
Después de 53 días de ayuno, Carlos Martín y Fernando Pérez han vuelto a comer. Un tribunal de Salónica decidió ayer ponerles en libertad sin fianza, "a condición de que permanezcan en Grecia hasta la fecha del juicio", que se fijará en dos o tres semanas, confirmó ayer Haris Ladis, abogado de los dos españoles. Carlos, de 25 años, y Fernando, de 21, encarcelados en Grecia desde hace más de cinco meses, seguían una huelga de hambre desde el pasado 5 de octubre para exigir su excarcelación. Carlos ha adelgazado casi veinte kilos, y Fernando, unos catorce. Según los médicos, en cualquier momento podían haber sufrido daños orgánicos irreversibles.
El día de ayer estuvo plagado de sobresaltos y alegrías. Comenzó con una noticia preocupante: el fiscal había ordenado alimentar a los jóvenes a la fuerza. Estaban "muy nerviosos, porque saben cómo se las gastan los policías griegos", decía Nerea Franco, la novia de Carlos. Pero antes llegó la orden de puesta en libertad.
"¡Estoy eufórica, estoy que me salgo!", exclamaba, entre risas, Nerea, de 22 años, que permanece desde julio en Grecia, primero en Salónica y, desde hace dos semanas, en Atenas. Ambos fueron trasladados a una cárcel de la capital griega para recibir atención médica. En los últimos días, fueron ingresados en un hospital civil al agravarse su estado. Tras unas horas de impaciencia a la espera de que la orden del tribunal llegara al hospital, los familiares pudieron al fin abrazarles. Están "mal, pero más contentos que nada", dijo Julián Pérez, el padre de Fernando, que añadió que los dos serán trasladados a una habitación "sin rejas".
Lo importante es que los dos jóvenes ya están siendo alimentados. "Les han llevado un plato, pero no parecía comida, más bien debía de ser un preparado de los médicos", contó Julián. "Según los médicos, lo más seguro es que tengan que seguir un mes en el hospital, con suero y una dieta", explicó Nerea.
Carlos y Fernando fueron detenidos el pasado 21 de junio en las manifestaciones antiglobalización que se produjeron durante la cumbre de la Unión Europea celebrada en Salónica. De los cerca de 200 detenidos, sólo seguían en prisión los dos españoles, un británico, un sirio y tres griegos. Todos, menos dos de los griegos, se encontraban en huelga de hambre.
Los siete han quedado en libertad a la espera del juicio, que podría celebrarse en enero o febrero, según el abogado Ladis. El fiscal les acusa de delitos como "posesión y uso de explosivos
y armas", por los que podrían ser condenados a penas de entre 7 y 25 años de prisión. Los jóvenes, que siempre han alegado su inocencia, denunciaron malos tratos e irregularidades en las pruebas aportadas. Una televisión griega grabó el momento de la detención del británico Simon Chapman. Entonces llevaba una mochila azul, y después la policía le acusaba de llevar bombas en una mochila negra. Amnistía Internacional exigió ayer que se abra una investigación sobre la actuación policial.
"El que les hayan puesto en libertad sin fianza es muy favorable; significa que el juez instructor puede que no aprecie suficiente base para los cargos que se les imputan", argumentó Carlos Carnicer, presidente del Consejo General de la Abogacía española. "Estamos cerca de que sean absueltos", aventuró.
En las últimas semanas se habían multiplicado las muestras de solidaridad hacia los detenidos. Los ayuntamientos de Aranjuez (Madrid) y Burgos -donde, respectivamente, residen Carlos y Fernando-, la Fundación Ramón Rubial de asistencia a los presos españoles en el exterior, PSOE e IU, entre otras organizaciones, habían celebrado actos de apoyo por Carlos y Fernando.
La presión ejercida en las últimas semanas por la ministra de Exteriores, Ana Palacio, que mantuvo varias conversaciones con su homólogo griego, Yorgos Papandreu, ha podido influir en la decisión de los jueces. "[También] ha habido opiniones de periódicos, de profesores, diciendo que hay elementos del proceso que están dilatándose excesivamente y que se están dando todas las condiciones para que estos chicos se conviertan en unos mártires", explicó el embajador español en Atenas, Eduardo Junco. Palacio expresó ayer su "gran satisfacción" por la liberación de los jóvenes.
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