"¿La Copa qué? No sé qué es eso"
La euforia de políticos y empresarios choca con el mayoritario desconocimiento de los ciudadanos sobre el torneo y su repercusión
-"Señor, ¿sabe usted qué es la Copa del América?"
- "¿La Copa qué?"
- "La Copa del América. Es la competición de vela más importante del mundo, y se celebrará en Valencia en 2007"
- "Ah, pues no lo sabía. No lo había oído nunca, no sé lo que es eso".
Minutos después de las doce de la mañana de ayer, unos 100 voluntarios comenzaron a recorrer las calles de Valencia para divulgar la noticia de la designación de la sede a los ciudadanos, en su mayoría desconocedores del tipo de competición que es la Copa del América y de sus repercusiones. Lejos del fútbol, el baloncesto o el atletismo, la vela es un deporte poco popular, muy elitista, y eso se notó en la reacción de la gente.
Una cabalgata salió desde el Edificio del Reloj con dirección al Mercado de Colón para propagar la designación de Valencia como sede del torneo. Al frente, un barco montado en dos enormes grúas encabezaba la expedición y llamaba la atención de los ciudadanos. Muchos salían de sus comercios, otros se asomaban a balcones y ventanas, o se paraban por la calle para asistir al festival. Como si las fallas se hubieran adelantado, varias calles fueron cortadas y se produjeron retenciones de tráfico al paso de la caravana, liderada por una gran pancarta azul: "Los sueños se cumplen".
Un barco, llevado al Mercado de Colón, obligó a arrancar un semáforo a su paso
Los voluntarios repartían folletos explicativos entre los ciudadanos y entre los conductores. Junto a ellos, personas con zancos, una banda de música y un grupo de pirotécnicos con carros llenos de petardos y fuegos artificiales amenizaban a los sorprendidos espectadores. "La Copa del América ya es nuestra. Van a celebrarlo esta tarde en la Plaza del Ayuntamiento", se oía por la megafonía de un todoterreno.
Aunque no todo el mundo estaba igual de contento. El paso de la cabalgata por la Avenida del Puerto causó una pequeña retención de tráfico, con una hilera de autobuses públicos parados en su carril sin apenas poder circular, y los conductores molestos por el imprevisto parón. "¿Pero esto qué es?", se quejaba un hombre, pulsando compulsivamente el claxon de su coche. "¿Es por la Copa del América, no?", preguntaba un ciclista. "Valencia ha ganado eso de la vela", comentaban entre sí un grupo de adolescentes que observaban la algarabía desde la acera.
Mientras, un helicóptero sobrevolaba la ciudad con una pancarta con el lema de Valencia 2007. "A ver si esto sirve para mejorar la ciudad, que hacen falta muchas cosas", afirmaba una mujer. "Para el poblado marítimo es importantísimo. Esto nos va a beneficiar", añadía un veterano empleado del Puerto de Valencia.
Tras pasar por las calles Ibiza y Menorca, la Ciudad de las Artes y las Ciencias, el margen del río hasta la Plaza Zaragoza, la Plaza América y Navarro Reverter, el barco llegó al Mercado de Colón escoltado por un dispositivo policial y las sirenas a todo volumen. El traslado del barco dio lugar a más de una anécdota. A su paso por el Palau de la Música, la embarcación tuvo que detenerse porque chocaba con un semáforo. La policía no tuvo más remedio que arrancarlo de su sitio. También un árbol sufrió el paso del barco y fue derribado por la grúa que transportaba una de la piezas, y los cables del tendido eléctrico situados en el centro de las calles tuvieron que ser ligeramente levantados para no engancharse con la embarcación. Dos grúas se encargaron de introducir luego el barco en el mercado, ante la curiosa mirada de muchos ciudadanos, que se preguntaban: "¿Qué es eso de la Copa?".
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