Lleida tendrá una nueva estación de esquí

El Pirineo de Lleida contará a finales de 2006 con una nueva estación de esquí. La empresa Vallfosca Interllacs presentó ayer las características de un ambicioso proyecto turístico que pondrá en marcha en la Vallfosca, en el municipio de la Torre de Capdella (Pallars Jussà). El complejo, además de 40 kilómetros de pistas de esquí en la montaña de Filià, incluye en la primera fase una zona hotelera y residencial en el núcleo de Espui, un campo de golf de nueve hoyos, un palacio de congresos y otros equipamientos complementarios para el ocio.

La inversión prevista en la primera fase se eleva a 98,7 millones de euros. La Vallfosca es uno de los últimos rincones vírgenes que quedan en el Pirineo leridano. Su cabecera, en la zona periférica del Parque Nacional de Aigüestortes i Llac de Sant Maurici, destaca por tener una de las zonas lacustres más importantes de Europa y su paisaje, coronado por picos que rozan los 3.000 metros, sólo había sido alterado por las centrales hidroeléctricas construidas a principios del siglo pasado.

El complejo turístico, Vallfosca Mountain Resort, modificará la fisonomía del valle, pero según sus vecinos servirá para reactivar la economía de un municipio formado por 19 poblaciones dispersas en las que apenas residen 700 personas.

Oposición ecologista

Los ecologistas se oponen al proyecto por considerar que degradará un espacio natural protegido de gran valor ecológico. El Tribunal Superior de Justicia tiene que resolver un recurso presentado por los ecologistas de Ipcena contra la resolución de Medio Ambiente, que ha autorizado la construcción de la estación de esquí.

"El proyecto ha sido diseñado con criterios de sostenibilidad ambiental, económica y social. Hemos apostado más por la calidad que por la cantidad y, para causar el mínimo impacto, aplicaremos lo que se conoce como modelo austriaco, que consiste en concentrar las actividades deportivas en la montaña y las plazas hoteleras en los pueblos habitados", explicó Fernando Tortajada, responsable de la compañía.

El complejo turístico tendrá su núcleo principal en Espui, que apenas tiene 80 habitantes. En esta localidad, situada a 1.300 metros de altitud, se concentrarán los servicios hoteleros y comerciales y las actividades lúdicas. Está previsto construir hoteles de tres y cuatro estrellas con un total de 2.400 camas, 962 viviendas, un estacionamiento subterráneo para 2.200 vehículos, una sala de convenciones y congresos con capacidad para 1.000 personas, un campo de golf de nueve hoyos ampliable a 18 y 2.700 metros de recorrido, una pista de hielo, una discoteca, una bolera, un bar musical y otros equipamientos complementarios de la actividad del esquí. Desde Espui saldrá un telecabina bicable de 16 plazas, que será el único medio para acceder a las pistas de esquí, en la cota 2.000.

Una vez obtenidos los permisos de la Generalitat y una declaración de impacto ambiental favorable, las obras podrían comenzar el próximo verano. Los promotores explicaron ayer que en la primera fase se pondrán en servicio el campo de golf, 1.200 plazas hoteleras, 40 apartamentos y 22 kilómetros de pistas de esquí alpino y 12 de esquí de fondo. La compañía creará en la primera fase 300 puestos de trabajo directos.

La voluntad de la empresa es que el de la Vallfosca sea el primer complejo de ocio de alta montaña de Cataluña que funcione todo el año. Por eso, en los alrededores de Espui se podrán realizar actividades relacionadas con la naturaleza, el ocio y la salud, como golf, hípica, tiro con arco, bicicleta de montaña, patinaje sobre hielo y excursiones, sin necesidad de realizar desplazamientos, ya que el espacio está diseñado para que el usuario no tenga que utilizar el vehículo particular.

Vallfosca Mountain Resort será la primera estación de esquí del Pallars Jussà. En la primera fase, la zona de esquí abarcará la montaña de Filià y posteriormente está previsto ampliarla hacia los valles de Llevata y de Rus, lo que permitiría conectar con las pistas de Boí Taüll Resort (Alta Ribagorça).

Josep Maria Dalmau, alcalde de La Torre de Capdella, se muestra ilusionado con el proyecto, que, en su opinión, es respetuoso con el medio ambiente y el entorno. "Los vecinos estamos a favor, porque si se consigue conciliar la actividad turística y la ganadería tradicional, sólo nos traerá riqueza. Sin ganado, el paisaje no tiene el mismo atractivo ", señala Dalmau.