_
_
_
_
_
Reportaje:Aulas

Profesora de escaparatismo por decreto

La LOGSE obliga a los docentes de Matemáticas de las Escuelas de Arte a impartir asignaturas de diseño

Los alumnos de la Escuela de Arte de Cádiz que el curso que viene tengan la asignatura Materiales y Tecnología: Diseño, recibirán clases de una profesora que no tendrá ni la más remota idea de esa materia. María del Mar Banqueri Abad es licenciada en Físicas y profesora de Matemáticas de Escuela de Arte desde 1986, cuando aprobó su oposición. La LOGSE erradicó en 1990 las Matemáticas de este tipo de centros, y el Real Decreto 1.284/2002, de 5 de diciembre, que ha determinado la transformación de las antiguas especialidades a las nuevas, le obliga a reciclarse e impartir una asignatura para la que no está preparada.

Materiales y Tecnología: Diseño incluye una serie de módulos que nada tienen que ver con las integrales y las ecuaciones. La nueva asignatura versa sobre amueblamiento, arquitectura efímera, escaparatismo, elementos de jardín, encuadernación, proyectos y dirección de obras o tejidos de calada.

La asignatura tienen que impartirla los profesores de las antiguas especialidades de Elementos Constructivos, Tecnología Química y Textil, Mecánica, Física o Química. Y Matemáticas. "No sé qué voy a hacer ni de qué voy a hablar en clase de Diseño porque no estoy facultada para impartirla", afirma la docente. "Conmigo, los alumnos nunca aprenderán lo que deberían aprender. ¿Cómo voy a calificarlos, si no sé de lo que estoy hablando? Incluso me pueden expedientar por no estar preparada para impartir esas materias", añade resignada.

Banqueri ha estado años desplazada de su puesto de trabajo a pesar de tener una plaza fija en la Escuela de Arte. Hasta la aparición del real decreto, ha pasado por varios centros de secundaria y ahora está en un centro de formación de adultos dando Matemáticas. "A pesar de que mi sitio está en la Escuela de Arte, donde además he pasado los mejores años de mi vida profesional, hace años que me voy de vacaciones sin saber dónde voy a volver el curso siguiente", se lamenta la docente. "No sólo se trata de completar el horario con otras asignaturas, sino de un cambio de titularidad que me priva del derecho de impartir clases de Matemáticas. Cuando aprobé las oposiciones, adquirí un compromiso con la Administración. Yo lo he cumplido siempre. La Administración ha ha roto las reglas del juego".

En los nuevos planes de estudio de este tipo de centros no existe ninguna asignatura que se parezca a la de Matemáticas, aunque si recoge algunas relacionadas con la Física, pero que tampoco se adaptan al perfil de esta profesora, como Física y Químicas aplicadas a la cerámica o a la restauración.

De momento, la asignatura de Diseño en la Escuela de Arte la imparte un arquitecto, pero el año que viene, los alumnos tendrán a una licenciada en Físicas. "En la Consejería de Educación me ofrecieron una solución: que oposite otra vez. Pero eso supone perder mi antigüedad y mi destino en Cádiz, donde tengo mi casa y mi vida". Banqueri añade que este "reciclaje" supone "un atropello" a su vida profesional y la coloca en una posición de "desigualdad", porque si algún día quiere aspirar a una cátedra, ésta no sería de Matemáticas, sino de Materiales y Tecnología.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

El resto de las antiguas especialidades que aparecen en el real decreto se adaptan más o menos a las nuevas. Técnicas Audiovisuales se convierte en Medios Audiovisuales; Fotografía Artística, en Fotografía; Dibujo Industrial y Lineal, en Dibujo Técnico; Litografía, en Edición de Arte; Historia del Libro en Edición de Arte y Encuadernación Artística, y así, un largo etcétera.

La Delegación Provincial de Educación de la Junta ha alegado que el problema de esta profesora es "muy singular y delicado", y que se está tratando "con extremo celo". También ha informado de que ahora se abre un plazo de alegaciones, por lo que aún no está decidido el futuro de Banqueri.

En cualquier caso, tiene dos posibilidades de cara al nuevo curso: o continúa desplazada a pesar de que le corresponde su sitio en la Escuela de Arte, o regresa a ella para no dar matemáticas. En ese caso, estaría obligada a prepararse en su tiempo libre una asignatura de la que nada entiende. Dice sentirse frustrada y desesperada, pero guarda un rescoldo de sarcasmo: "No sé si debo estar agradecida a la ministra de Educación porque no decidiera convertirme, en lugar de en jardinera, en neurocirujano o controlador aéreo".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_