_
_
_
_
OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Para Antonio Pulido, alcalde de Almedinilla

Tenía que ser gris. Tenía que ser frío y lluvioso. No podía ser de otra manera el día en que tu corazón se paró de golpe y nos golpeó a todos, quizá porque no te cabía en el pecho.

Aquella tarde del adiós, el cielo se puso color ceniza y yo hubiera querido recitarte los versos más tristes de Neruda. Pero no pudo ser. Tantos poetas, tanta poesía y, al final, fue el silencio. Ese silencio oscuro de tu alma ausente quien calló mi boca e impidió que saliera como una exhalación el poema que Federico parece hubiera escrito para ti: "No te conoce el toro ni la higuera / ni caballos ni hormigas de tu casa, / no te conoce el niño ni la tarde / porque te has muerto para siempre. / Tardará mucho tiempo en nacer, si es que nace / un andaluz tan claro, tan rico de aventura, / yo canto tu elegancia con palabras que gimen / y recuerdo una brisa, triste, por los olivos...".

Pero no pudo ser. No tuve fuerza suficiente. No pude, Antonio. Me ahogué en mi propio llanto, mis labios quedaron sellados y mis puños se cerraron de rabia y dolor. Sin embargo, hoy puedo decirte que todo eso y mucho más no sería suficiente para expresar la tristeza que siento, la que sentimos muchos, la que sentimos todos los que te queríamos y te querremos siempre en la memoria del pasado, en el futuro y en el ahora. Almedinilla no es lo mismo sin ti. Nosotros tampoco. Y tú, tú no puedes irte sin más. Por eso sé que no exagero al decir que estás aquí, en cada plaza, en cada calle. No puedes irte porque parte de ti flota en el aire, se respira en cada jardín y en cada parque. Nadie podrá nunca callar tu boca porque el eco de tu voz suena en todas partes, tu risa, tu llanto, tu rabia, tu fuerza, tu coraje se proyecta en ondas hacia el infinito.

A ti, Antonio, al poeta, al amigo, me dirijo a ti, al ser humano que representas, a ti te digo con lágrimas en los ojos y el alma partida en dos: Gracias por todo y hasta siempre.

Podría decirte mucho más, pero diciendo más podría no decir nada y perderme en un sin fin de palabras sin sentido. No será necesario nombrarte para recordarte, los amigos te llevamos dentro, eres parte de nosotros mismos, vienes con nosotros donde quiera que vayamos y cuando estemos todos juntos, tú estarás también.

Para Antonio Pulido, de tu amiga Teresa, a quien a veces llamabas "granaína".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_