Recíbame, señor Trillo

El otro día, el ministro de Defensa, Federico Trillo, participó en un desayuno con periodistas organizado por Nueva Economía y Europa Press. Entre otros asuntos, los informadores allí reunidos preguntaron sobre el accidente de avión que el pasado 26 de mayo acabó con la vida de 62 militares españoles que regresaban tras participar durante cuatro meses en una misión de paz en Afganistán. Trillo dijo que prevé que la comisión internacional que se encarga de la investigación del siniestro del Yakovlev 42 concluya sus trabajos "antes de fin de año". El ministro dio por cerrada la vía (de posible investigación) de la Audiencia Nacional.

Me pregunto cómo puede el señor Trillo saber si está agotada la vía de la Audiencia Nacional cuando nuestros letrados interpusieron también ese mismo día un recurso. ¿Desde qué respeto a la justicia habla? Y me pregunto también cómo desde un principio ha dicho que el accidente se debió a un fallo humano y ahora apela a lo que tenga que decir la comisión internacional que investiga el accidente.

El señor Trillo sabe que es al Gobierno español al que le hubiera competido esclarecer todo cuanto ha rodeado a este accidente, desde la contratación del Yak 42 hasta las extremas condiciones en las que vienen trabajando los militares españoles cuando salen al extranjero, incluidos los militares destacados en Irak.

El señor Trillo dice que recibirá encantado a las familias afectadas para hablar cuanto deseemos. Pues bien, desde esta tribuna de papel le pido audiencia. Antes quiero que sepa todo el mundo que en esta entrevista nadie quiere hablar de dinero. Aprovecho para aclarar que las familias afectadas en este acidente han cobrado sueldos y seguro de Defensa, pero no el seguro del avión, porque nuestros militares viajaban sin él.