La formación ilegalizada ha reunido tres veces a su asamblea

Desde el inicio del proceso que condujo a su ilegalización, Batasuna ha celebrado tres reuniones de su asamblea nacional en la clandestinidad, sin que la policía haya podido evitarlo. La primera de ellas se reunió en la localidad guipuzcoana de Pasaia en noviembre de 2002, dos meses y medio después de su suspensión cautelar por el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón. La segunda tuvo también como marco Navarra, una vez ilegalizada la formación por el Tribunal Supremo el pasado mes de marzo. Los miembros de la asamblea se reunieron el sábado 12 de julio, aprovechando las fiestas de San Fermín para evitar el control policial.

La tercera y última reunión se produjo el pasado 1 de noviembre en una localidad de la comunidad foral, coincidiendo con la presentación en Pamplona del Manifiesto del Anaitasuna, un documento de propuesta de colaboración a los restantes partidos, sindicatos y entidades nacionalistas que fue presentado en el frontón del mismo nombre.

Obsesión por la seguridad

La preocupación por la seguridad es obsesiva. Para reunir a la asamblea nacional sus miembros son informados el mismo día en que se celebra. Los traslados se realizan en autobuses, escoltados por coches-guía que garantizan la ausencia de controles policiales. Nadie sabe previamente dónde se celebra la reunión.

Los miembros de la Mesa Nacional acuden en vehículos particulares. Está prohibido portar móviles para evitar seguimientos. Hasta ahora, las asambleas se han convocado aprovechando concentraciones festivas o reivindicativas para facilitar los desplazamientos. La Mesa Nacional de Batasuna, formación que ha quedado reducida institucionalmente al grupo parlamentario Sozialista Abertzaleak del Parlamento vasco, sigue reuniéndose cada 15 días.