Frescura urbana en el BoNo
El nuevo barrio de moda de Barcelona, al norte de la calle de la Princesa
Cruzar una calle puede significar cambiar de mundo. Eso sucede en la calle de la Princesa. Al sur, el Born, un espacio ganado a la decadencia y prestado a la modernidad, concepto que, con más o menos habilidad, ha logrado colonizar sus calles, llenándolas de color, tarjetas de crédito y combinaciones de ropa que harían a más de una abuela sufrir un síncope. En el viejo Born, el que las guías publicitan y comparan con profusión con barrios como Shoredicth, en Londres, o el SoHo, de Nueva York, y donde los residentes se gustan tanto que deberían poner espejos en las esquinas, todo es ya previsible. Pero al norte de la calle de la Princesa todo puede pasar. Allí conviven viejos espacios de cocina tradicional con nuevos locales influenciados por la modernidad más internacional, además de una serie de locales más o menos nuevos que intentan describir un nuevo paisaje, mucho más amable. Estamos en el BoNo (Born Norte), término acuñado por primera vez por los responsables de una guía local del barrio: www.el-born.com.
Clásico
En cualquier rincón de alguna calle de Ciutat Vella se pueden encontrar locales que sobrevivieron a los desastres políticos, a las crisis, a la decadencia imparable de la zona en los setenta y ochenta, e incluso al ataque indiscriminado de las marcas de ropa internacional y los chefs creativos. El BoNo posee dos de los espacios más clásicos de la zona. Uno es el Pla de la Garsa (Assaonadors, 134; 933 15 24 13. Precio medio, 20 euros). Situado en un edificio del siglo XVIII y regentado por Pep Salsetes, el Ferran Adrià de la comida de la abuela. Menú a base de productos de la tierra. El otro es el Bar Mundial (plaza de Sant Agustí Vell, 1; 933 19 90 56. Unos 15 euros). Aquí la especialidad son las paellas y las mariscadas. Si la tendencia en la restauración barcelonesa es llorar cuando llega la cuenta, en el Mundial hacen llorar (de felicidad) cuando se prueba el primer bocado. Se recomienda no perderse la bandeja de postres que, con esa seca amabilidad que hace tan irresistible al servicio, traen a la mesa. Si uno se queda corto con los postres, puede dirigirse al Museu de la Xocolata, en el Convent de Sant Agustí (Comerç, 36), un templo dedicado a aquellos que viven convencidos de que una persona a la que no le gusta el chocolate es una persona en la que nunca se puede confiar. Dentro del mismo recinto, el Espai Brossa insiste en ofrecer una interesante oferta de teatro alternativo y café tertulia, mientras que The Black Horse (Allada Vermell, 16) recuerda que antes de los pubs irlandeses existían pubs realmente integrados en la geografía e idiosincrasia local.
Moderno
Se puede pensar que los bares y espacios culturales recientemente abiertos o rehabilitados en el BoNo forman parte de algún plan sutil, ideado por los inventores del Raval, el Barcelona Sound y la idea de mestizaje en bicicleta. Todo es posible. El Upiayawasi (Allada Vermell, 11) ofrece oscuridad, ambiente mestizo a medio camino entre África y Suramérica, o sea, en medio del Atlántico. Cócteles agitados o mezclados y buen ragga, jazz y funk. El Mosquito (Carders, 46), por su parte, es lo que podríamos llamar un bar esquizofrénico. Regentado por una pareja de india y británico, este espacio se encuentra en la calle más internacional de la ciudad, rodeado de carnicerías árabes, locutorios y tiendas de productos caribeños. Ambiente extraño, pero irresistible, y una música bastante complicada de resistir. Un poco más al sur, el Bass Bar (Assaonadors, 25) abandona el pop rock internacional que le ha definido durante la primera mitad de este año para rendir su selección musical y su minúscula y siempre concurrida pista de baile a los sonidos de cruce. Mientras, Casa Paco (Allada Vermell, 10) se postula como la quintaesencia de este nuevo BoNo. Espacio pequeño: en el interior sólo cabe una hamaca, y en el exterior, tres mesas altas y unos taburetes incómodos. Pop rock y dj's amigos de la casa, como Miqui Puig. Y todo esto no sería nada sin un espacio con escena y vocación. Ése es L'Antic Teatre (Verdaguer i Callís, 6), un viejo teatro rehabilitado. Ofrece proyectos culturales alternativos e interesantes, y, sobre todo, un bello jardín interior.
Genuino
Dicen que los dueños se parecen a sus perros, y los vecinos, a sus barrios. Inevitable es, de este modo, que al norte de la calle de la Princesa proliferen también espacios genuinos del Born más modernamente clásico. Uno de los primeros en abrir sus puertas fue Santa María (Comerç, 17. Unos 20 euros), un restaurante consagrado a las tapas creativas, de decoración nada estridente y buen trato. A escasos metros, El Foro (Princesa, 23; 933 10 10 20. 25 euros) ofrece refugio a la enorme comunidad porteña que poco a poco va tomando el barrio. Espacio enorme, ventanales y los grandes éxitos de la cocina argentina, además de exposiciones de arte y conciertos. Y subiendo la calle del Comerç se encuentra La Sucursal (Comerç, 4; 933 10 65 95. 25 euros), local de cocina de fusión e internacional cortesía de los responsables de La Cocotte, en el Passeig del Born. Como no podía ser de otro modo, a partir de la una de la madrugada ofrecen buenas copas y bailes bonitos. Finalmente, la última incursión de los vecinos del sur llega en forma de tienda y galería de arte. Iguapop Gallery (Comerç, 15) es un delicioso multiespacio dedicado al arte más pop, en el que se venden prendas de marcas como Loreak Mendian o Lambretta, bajo techos altos y entre paredes de impoluta blancura.
GUÍA PRÁCTICA
Dormir
- Hotel Neri (933 04 06 55). San Sever, 5. Tradición pausada y modernidad se dan la mano en este hotel, cuyo edificio es un palacete del siglo XVIII. Está cerca de la muralla romana, a un paso de la catedral y a un par de la calle de la Princesa. Inaugurado el pasado mes de junio. La habitación doble, 164 euros.
- Hotel Banys Orientals (932 68 84 60). Argentería, 35-37. Situado en la calle que desemboca en la iglesia de Santa María del Mar, recientemente reformado, es un hotel acogedor. Buena relación calidad / precio.
La habitación doble cuesta 89 euros.
- Gothic Point (932 68 78 08). Vigatans, 5. Los albergues juveniles ya no son lo que eran. El Gothic Point es limpio, seguro y agradable. Posee un bar que es de los más concurridos del Born y en su terraza se puede practicar golf. Precio por noche y persona con desayuno, 16,50 euros.
Información
- www.el-born.com.
- www.bcninternet.com.
- www.bcn.es.
- www.salirenbarcelona.com.
- www.cascantic.net.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.