Bush justifica el recurso a la guerra en aras de la paz
El presidente de EE UU exige a Israel que ponga fin al muro de seguridad
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, defendió ayer en Londres la guerra que lanzó en marzo contra Irak, en aras de unos valores comunes que comparte plenamente con el Reino Unido y a pesar de los jirones que dejó la ONU en el camino. "Hay veces en que hay que usar la fuerza para defender los principios y la paz", aseguró. Recibido con pompa real, y con numerosas protestas en la calle, el huésped de la reina Isabel II exigió a Israel que ponga fin a la "humillación diaria" que supone el muro de seguridad.
"Reino Unido y Estados Unidos compartimos una misión: la libertad, y la paz que se deriva de esa libertad", aseguró el presidente Bush ante un público escogido en un centro de banquetes de Londres. Somos "una alianza de valores" que lucha contra la amenaza del terrorismo. "Nuestras naciones están en pie y sacrificándose juntas, en una tierra lejana, por esta alta misión".
El presidente de Estados Unidos defendió la vía del multilateralismo, pero aseguró que la ONU debe ser capaz de dar respuestas más creíbles que las meras resoluciones del Consejo de Seguridad. No nos retiraremos, dijo Bush, "ante una banda de matones" que hoy están actuando con fuerza contra la presencia de tropas norteamericanas en Irak.
El presidente de Estados Unidos tuvo también palabras duras para Israel, al que exigió poner freno a los asentamientos ilegales y el fin de la "humillación diaria" que representan para los palestinos "los muros y vallas" que está erigiendo el Gobierno de Ariel Sharon. Miles de manifestantes protestaron contra Bush en las calles de Londres.
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